Periodismo bajo y vulgar | El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Febrero de 2020

Soy periodista empírico, me formé bajo la enseñanza de mi padre que también fue periodista años atrás cuando las universidades no tenían facultad de comunicaciones. Mi padre Germán Arango Escobar fue cofundador y director del diario “Jornada” con Jorge Eliécer Gaitán, luego fundó su propio periódico “Restauración” y fue jefe de redacción del “Liberal” bajo la dirección de Alberto Lleras Camargo. En mi juventud trabajé en el diario “El Espacio” y comencé a escribir un poco realizando trabajos periodísticos.  

Tuve un programa de televisión en Canal Uno por los años noventa y fui socio de una programadora televisiva. A principios de siglo diseñé, gestione y fundé con José Galat y la Universidad La Gran Colombia el canal de televisión Teleamiga, el mismo que presidí y dirigí por 15 años. Fue una experiencia extraordinaria que me permitió ejercer durante esos años el periodismo como director del Noticiero de Buenas Noticias, redactando y presentando el Editorial, fueron 3.600 emisiones.

Realice más de doscientos documentales del orden cultural, histórico, étnico y turístico por toda Colombia, América, Europa, Asia y África, por medio del programa “Lugares”. Fui productor, director y conductor de espacios periodísticos como: Enfoque Positivo, La Calle me lo contó, De Frente a la Democracia, Haciendo País, Líneas Abiertas; concebí y moderé varios debates con candidatos presidenciales y a la alcaldía de Bogotá entre muchos otros. He entrevistado a presidentes en ejercicio y expresidentes de Colombia y varios países latinoamericanos, altos personajes nacionales e internacionales de la ciencia, política, empresa, arte, cultura, deporte y farándula.

En fin, el periodismo ha sido una de mis pasiones, lo que me hizo acreedor a un titulo Honoris Causa de Periodista y Comunicador Social de la Universidad San Alfonso, varias menciones, condecoraciones y reconocimiento de organizaciones periodísticas, universidades y el Congreso Nacional. He sido colaborador y columnista de varios diarios y revistas nacionales e internacionales de gran relevancia como este que escribo desde hace varios años.

Más allá del palmarés que me da autoridad profesional para decir que el ejercicio del periodismo es de enorme responsabilidad y el periodista en su ética no es un juez inquisidor ni mucho menos tiene licencia para agredir a su invitado con epítetos descalificantes y groseros al aire, pues esto es una falta de respeto con la audiencia y el medio que lo contrata.

Últimamente hemos visto y escuchado a una celebre periodista de alto calibre y credibilidad salirse de los cabellos y tratar a un colega suyo al aire de manera desproporcionada y vulgar como en una plaza de mercado.

El agredido soportó con altura las ofensas. Cualquiera que haya sido el hecho en discusión, no era para enfrentarse al aire, se perdió la objetividad periodística de la entrevista pasando a aspectos personales. Eso desdice del oficio, jamás imaginaría a grandes periodistas colombianos o extranjeros del pasado y presente agarrados con invitados al aire, eso es periodismo bajo y vulgar.

arangodiego@hotmail.com