¿Gasificar o regasificar? | El Nuevo Siglo
Domingo, 23 de Febrero de 2020

“Plan energético aún está en consulta”

Uno de los grandes interrogantes que plantea la proyección energética del país es: ¿habrá o no un déficit en la oferta de gas de producción nacional hacia 2024? ¿Y para cubrir ese déficit será indispensable comenzar pronto la construcción de una nueva planta de regasificación de GNL importado?

El Plan energético nacional 2020-2050 no duda en pronosticar que dicho déficit se producirá, dado el aumento notable de la demanda por gas que se está experimentando y el decaimiento que ya comienzan a registrar los yacimientos de Chuchupa - Ballena de la Guajira y los de Cusiana- Cupiagua del Casanare.

En efecto, el plan energético nacional preparado por la UPME (Unidad de planeación minero energética del Ministerio de energía) contempla para el 2024 un desbalance entre oferta y demanda de gas natural. Y en la misma línea un documento financiado por el Banco Mundial para la “misión de transformación energética” de enero 22 de 2020 recomienda “realizar la convocatoria pública para la construcción y desarrollo del proyecto de la planta de regasificación de la costa pacífica, a más tardar en el primer trimestre del 2020”.

Esta planta, con sus conexiones a los centros de transporte, tiene un valor superior a los 700 millones de dólares.

Sin embargo, algunas voces autorizadas como la de Rodolfo Segovia (ver Portafolio de enero 31) califican la iniciativa de construir una planta de regasificación en el Pacífico como un eventual “embeleco costoso”.

Su principal argumento es que la llamada provincia norte, o sea las exploraciones mar adentro en el Caribe Colombiano lucen lo suficientemente promisorias como para despejar el temor de un déficit en la disponibilidad de gas natural a partir del 2024; y por tanto, sugiere desechar la costosa alternativa de construir una planta de regasificación en el Pacífico.

Dice Segovia que el solo potencial del pozo Orca en el mar caribe está subestimado. “El aforo de Upme es de sesenta millones de pies cúbicos diarios (mpcb), pero su verdadero es de 200 mpcd, como corresponde a reservas de O,7 teras. Esta sola fuente conjura parcialmente el supuesto déficit de 2024”, concluye.

El pozo Orca, cuyo operador es Petrobras, iniciará la entrega comercial de su gas en 2024, anunció recientemente la agencia nacional de hidrocarburos.

De otro lado, Ecopetrol divulgó hace pocos días un importante acuerdo con Shell para explorar los importantes yacimientos de gas denominados Fuerte Sur, Purple Angel y Col-5, ubicados “off shore” en la provincia gasífera del Caribe frente a las costas de Córdoba y Sucre.

Ecopetrol ha anunciado adicionalmente que en labores de exploración en la cuenca gasífera offshore del caribe ya tiene presencia en ocho bloques, dos de los cuales están comenzando producción; al paso que en la sola exploración invertirá 76 millones de dólares este año.

El potencial gasífero de las costas adentro del Caribe Colombiano está comenzando a lucir muy prometedor. Es quizás la mejor noticia energética que le está llegando al país en los últimos tiempos

Así las cosas, bien valdría la pena no precipitarse a iniciar en este trimestre la licitación para la construcción de la planta de regasificación de gas como la que proponen en el documento ya citado la UPME y en el la misión de “transformación energética”.

El asunto a definir no es menor: si se presenta el déficit pronosticado por la UPME, y no se ha construido la planta de GNL para 2024, habría una alza de tarifas grande de gas y de la energía eléctrica; pero si el faltante no se presenta y se construye de todos modos la planta, se incurriría en una sobre inversión inmensa.

Al fin y al cabo, tanto el plan energético 2020-2050 preparado por la Upme, como los documentos de soporte preparados por los técnicos de la “misión de transformación energética”, son documentos aún en consulta.

Por tanto, es necesario refinar muy bien sus conclusiones técnicas y confrontarlas con las proyecciones de producción de gas que empiezan a llegar de la provincia off shore del Caribe antes de embarcarnos desde ahora en la costosa empresa de construir otra planta de regasificación en Buenaventura. O de desecharla.