Educación, salud, inmigración | El Nuevo Siglo
Domingo, 2 de Febrero de 2020

“Casos muestran por qué vale la pena defender la vida”

 Difícilmente se puede negar que los Estados Unidos es la nación más avanzada y poderosa económicamente, del mundo. Y que la fórmula de su éxito es de una sencillez increíble: educación, salud, inmigración. Esto a pesar que su colonización partió de sacrificar a los indígenas (nativos) como animales, y que parte de su de su riqueza se debió a la esclavitud de los afro-descendientes. Fui testigo, en 1953…, de la discriminación de los afro-descendientes y latinos al obligarnos a sentarse en los asientos de atrás en los buses y trenes, por el color de la piel o la raza.

Claro que cuesta creer su historia, aunque el espíritu de su Constitución, poco a poco, ha mostrado sus bondades. Y su política: educación, salud, emigración es su secreto. Quienes llegaran de Europa, más que todo, eran recibidos con los brazos abiertos: 52 millones en el siglo XIX hasta 12 mil viajeros diarios, tres millones de Alemania, de irlandeses, escoceses, rusos, italianos, húngaros… Estos sabían que “a caballo regalado no se le mira el diente”. Su sueño era: no más hambre y un futuro, que sus hijos pudieran estudiar, tener salud y estabilidad social.

El resultado es evidente: sus hijos y sus nietos son los grandes ganadores, investigadores, los grandes empresarios, los políticos, los pastores, los rabinos, los sacerdotes, los ciudadanos de bien. No se equivocaron educación y crecimiento de la población es el milagro.

Por otro lado vale la pena destacar un documental reciente de la DW (televisión alemana) sobre los niños prematuros, de la Clínica Universitaria de Leipzig: médico entrevistado justifica su esfuerzo por salvar niños prematuros argumentando que la Clínica privilegia la atención de estos niños prematuros en consideración a lo delicados que nacen y que al salvarlos: “nos beneficiamos todos como sociedad”. Explica que los niños neonatos dejan de respirar (apnea) varias veces, cada hora; y que con pequeñas caricias físicas, en cualquier parte del cuerpo, vuelven a respirar. Comenta, además, que la Clínica tiene cerca de 100 enfermeras con la misión de hacerles pequeñas caricias, en sus respectivas incubadoras. Para estos, vale la pena defender la vida, sin interpretar la según alguna ideología sacada de la manga.

El mismo documental de la DW explica, además, algunas de las características de los neonatos: estos nacen ente las 24 a 28 semanas de gestación; abren los ojos a los 23 a 24 semanas de gestación; ente la los 17 semanas pueden oír y tienen cabello muy fino; a las 16 semanas chupan el dedo pulgar y pueden agarrar y tragar; tan solo con cuatro semanas de gestación el corazón empieza a latir. Este mismo documental muestra, con toda claridad el recorrido, maratónico, de los 48 millones de espermatozoides que tienen que superar, en la vagina de la mujer, y los respectivos malabares para uno solo fecunde al óvulo. ¿No será que todo niño por nacer es un inmigrante en potencia?