Vuelta de tuerca. Eso es lo que está preparando el presidente Iván Duque para mejorar la gobernabilidad en 2019 mediante un cambio estructural y funcional en la relación Gobierno-Congreso, que hasta el momento no ha arrojado los resultados que esperaba el Ejecutivo.

Para ello, durante los próximos martes, miércoles y jueves de esta semana, el presidente Duque recibirá en la Casa de Nariño a los voceros de los partidos que decidieron declararse gobiernistas: Partido de La U, Cetro Democrático, Colombia Justa Libres y Partido Conservador.

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La invitación también ha sido extendida a las colectividades que se declararon independientes –Partido Liberal y Cambio Radical- y al parecer a los partidos de la oposición como El Polo Democrático, y el Partido Verde, entre otros.

Este cambio de actitud no implicará, necesariamente, ‘mermelada’ para los partidos que apoyan la gestión del Primer Mandatario, pero sí una mayor representación y participación en las grandes decisiones nacionales.

Quiere decir que el presidente Duque no descarta la posibilidad de hacer cambios en el gabinete, a pesar de que el Jefe de Estado ha defendido con todas sus fuerzas al “primer gabinete paritario de la historia colombiana”, como él mismo lo define.

Es claro que, por lo menos en Colombia, “nadie gobierna con los enemigos”, como dicen los expertos para significar que en todas las administraciones el Mandatario de turno les da participación en los más altos cargos del Estado a los partidos y colectividades que lo ayudaron a elegir.

Hasta el momento Duque ha tratado de imponer un modelo distinto, basado en los consensos para bajar a cero la polarización política.

Es por ello que el propio alto consejero Presidencial para la Política, el exsenador Jaime Amín Hernández, ha dicho que el nuevo enfoque de la relación Gobierno – Congreso “debe estar enmarcado en un ejercicio de poder armónico, respetuoso y autónomo”, sin que se siga fortaleciendo “esa relación incestuosa que ha perdurado por décadas”.

Estatuto de la Oposición

De acuerdo con la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, la gran cumbre de partidos políticos es el primer ‘estrene’ del Estatuto de Oposición aprobado y reglamentado el año pasado, y que les permite a todos los partidos y movimientos cambiar de posición política por una sola vez, bien para respaldar la agenda gubernamental o bien para declararse en oposición política.

La cumbre, no obstante, fue definida desde comienzos de noviembre del año pasado teniendo en cuenta que el balance de la gestión legislativa no fue la mejor para el Gobierno Nacional.

En ese sentido, lo que buscaría el Ejecutivo es tomar ‘un segundo aire’ para que en 2019 los resultados sean más alentadores y eso se refleje en mejores indicadores y una mayor imagen favorable de Duque en las encuestas.

Ese nuevo ‘Pacto por Colombia’ como lo define la Ministra de la política, partirá del análisis que se haga en el Palacio Presidencial del futuro del país y de temas tan sensibles como las relaciones con Venezuela, el crecimiento económico, el tema de la paz y obviamente las prioridades legislativas para este año.

Mayor gobernabilidad

Uno de los grandes logros que a la fecha ha logrado el Primer Mandatario es, justamente, la creación de una coalición legislativa propia, y sin ‘mermelada’. De ella forman pare los partidos que lo respaldan, pero que también esperan mayor representación en el Ejecutivo.

Pese a que todavía no hay posiciones definidas, los partidos están realizando por su cuenta ‘retiros espirituales’ para analizar cómo llegan a la gran cumbre política en la Casa de Nariño.

Obviamente, cada colectividad llevará su propio ‘dossier’ para discutirlo con el Jefe de Estado, pero se sabe que además de ‘oxígeno’ buscarán definir estrategias de cara a las elecciones regionales de octubre.

Ese tema será decisivo, ya que la Ley de Garantías Electorales comenzará a regir a finales de abril, es decir seis meses antes de los comicios.

Por tanto, se prevé que más que la agenda legislativa la prioridad de las bancadas serán las elecciones territoriales.

Agenda recargada

Una de las grandes preocupaciones del Gobierno es la agenda legislativa que se ‘embolató’ en la pasada legislatura y que significó el hundimiento de varias iniciativas de importancia como las reformas políticas y de la justicia así como la Ley TIC, y que tienen en aprietos a sus titulares.

Pero no son los únicos proyectos de importancia. El primero será la discusión y aprobación del Plan Nacional de Desarrollo ‘Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad’ que será radicado el próximo jueves 7 de febrero. Esa es la hoja de ruta de la Administración para el cuatrienio.

Además, la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, presentará una vez más la reforma judicial que será concertada con las altas Cortes, y la Ministra del Interior buscará revivir la columna vertebral de la reforma política: listas cerradas, eliminación del voto preferente, la financiación de campañas, máximo tres períodos para los congresistas y la paridad de listas.

Asimismo, se anunció la presentación del proyecto de reforma electoral que no da más espera y que se ha venido concertado con la Registraduría Nacional y el Consejo Nacional Electoral.

También se le dará impulso especial al proyecto de Ley TIC, que ya fue aprobado en primera vuelta, y la reforma a las regalías.

Un tema que, para muchos, genera mucha suspicacia es la facultad que tendrá el Legislativo de “recomendar” al Gobierno en qué invertir hasta el 20% del presupuesto nacional, pues lo asimilan como una forma de “repartir mermelada”.

Se espera, pues, que el presidente Duque logre con esta cumbre dar el “timonazo” que le pidió su mentor político, el expresidente, senador y director del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez.