Prudencia surcoreana tras visita de hermana de Kim | El Nuevo Siglo
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Lunes, 12 de Febrero de 2018
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¿Su sonrisa promete un acercamiento real o fue una mera operación de seducción orquestada por la dictadura de Corea del Norte?

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La prudencia define a los surcoreanos tras la histórica visita que realizó la hermana del líder norcoreano, Kim Jong Un, en el marco de los Juegos Olímpicos. ¿Su sonrisa promete un acercamiento real o fue una mera operación de seducción orquestada por la dictadura de Corea del Norte?

Kim Yo Jong, quien regresó el domingo a Corea del Norte, se convirtió en la primera representante de la dinastía de Pyongyang en pisar suelo de su gran rival desde el fin de la Guerra de Corea en 1953. Este hito se produjo el viernes horas antes de la apertura de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang.

Por su título, la hermana del dirigente norcoreano llamó la atención de los surcoreanos y de la prensa extranjera desde el mismo momento en que apareció rodeada de guardaespaldas, el viernes en el aeropuerto internacional de Incheon, de Corea del Sur.

Estrechó la mano del presidente surcoreano Moon Jae-in, alentó con él al equipo unificado de hockey femenino, y le transmitió una invitación de su hermano Kim Jong Un para participar en una cumbre en Pyongyang.

Cada detalle de su visita fue examinado e interpretado con atención, desde su vestimenta, las expresiones en su rostro e incluso su escritura, con una lectura minuciosa de las palabras que dejó en el libro de visitas de la Casa Azul, de la presidencia surcoreana.

Un grafólogo concluyó que Kim Yo Jong es "positiva, optimista y centrada en sus objetivos".

Su hermano, que sucedió a finales de 2011 a su padre Kim Jong Il, sucesor entonces del suyo Kim Il Sung, puede sentirse más que satisfecho del debut diplomático de su hermana, estimó Yang Moo-Jin, profesor universitario de estudios norcoreanos de Seúl.

'No lo creo'

"Kim sonrió mucho, pero al mismo tiempo rara vez se la vio asentir durante su visita, incluso frente a nuestro presidente", dijo el académico. "Kim Jong Un puede estar complacido" con el actuar de su hermana.

Mientras tanto los surcoreanos estaban divididos sobre las posibilidades reales de acercamiento entre las dos Coreas.

"No me lo creo", dijo a la AFP Kim Byoung-gwan, un hombre de negocios, que justificó su escepticismo recordando que Corea del Norte hasta "hace poco lanzó misiles e hizo un ensayo nuclear, antes de lanzar esta iniciativa de paz", agregó.

Otros lamentaron la atención mediática que despertó Kim Yo Jong.

"Los medios de Corea del Sur y extranjeros están gagás", deploró un internauta. "Pronto van a estar como los medios de Corea del Norte, idolatrándola".

Moon, partidario declarado del diálogo, fue blanco de duras críticas por partes de los conservadores surcoreanos que consideran que fue demasiado lejos en su objetivo de agradar al Norte.

Sin embargo, uno de los aspectos más destacados de la visita de la delegación norcoreana fue el momento en que Kim Yo Jong y quien tiene el rango de jefe de Estado en Corea del Norte, Kim Yong Nam, se levantaron cuando se izó la bandera surcoreana en el Estadio Olímpico de Pyeongchang.

Educada en Suiza al igual que su hermano, Kim Yo Jong probablemente a sus treinta años, tuvo un ascenso meteórico después de la muerte de su padre.

El arte de disimular

En 2014 fue nombrada "directora adjunta de departamento" en el comité central del Partido de los Trabajadores, antes de sumarse en octubre pasado al buró político del partido en el poder.

Esta figura, que demostró confianza durante esta visita, es una de las confidentes más cercanas del misteroso líder norcoreano.

"Ella es una de las raras personas en el poder que habla libremente de todo con el líder Kim", sostiene Yang Moo-jin, profesor en la Univerdad de estudios norcoreanos en Seúl.

Agregó que "probablemente ella tiene más influencia que los otros responsables norcoreanos en lo que concierne a las tomas de decisiones y coordinación política con el líder", agregó tras precisar que la hermana de Kim Jong Un habla fluidamente francés e inglés.

Pero más allá de sus muestras de amabilidad durante los Juegos Olímpicos, muchos surcoreanos se mantienen escépticos.

"La familia Kim siempre ha sido excelente en el arte de disimular", afirmó un internauta, y otro advirtió: "Puede saber cómo comportarse, pero eso no es suficiente para hacer olvidar las atrocidades cometidas por ella y su familia".