Exmandatarios regionales al tablero | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Febrero de 2021
  • Un interesante y productivo ejercicio político   
  • Agenda nacional construida desde territorios

 

Siempre se ha dicho que Colombia es un país de regiones, un principio que ha tratado de ser desarrollado tanto a nivel constitucional como legal, sobre todo en las últimas dos décadas. También resulta innegable que más allá del desgastado y arcaico debate sobre centralismo y descentralización, la teoría moderna de las políticas de buen gobierno señala que la construcción de una agenda nacional funcional es más viable si son los territorios los que alimentan la matriz de ésta, sobre todo en un país que, como el nuestro, es muy diverso en aspectos socioeconómicos, poblacionales, geográficos y de fuentes de recursos naturales.

Es precisamente en ese marco circunstancial en el que resulta interesante el ejercicio que están haciendo algunos de los exalcaldes y exgobernadores de las principales ciudades capitales y departamentos. Según se ha informado en los últimos días, un número de exmandatarios cada vez mayor está intercambiando visiones sobre la realidad colombiana en medio de la más difícil emergencia de las últimas décadas así como indagando cuáles son las prioridades a corto, mediano y largo plazos para superar no solo las graves consecuencias de la pandemia sino otras problemáticas estructurales a nivel local, regional y nacional.

Obviamente a punto de arrancar en forma las campañas parlamentaria y presidencial estos encuentros de los exmandatarios de capitales y departamentos no se escapan de ser vistos con un matiz electoral. Incluso ya se habla en algunos sectores de que aquí se estaría gestando una nueva alianza o coalición política, que no pocos ubican del centro hacia la centroderecha. Todavía no es claro que ello sea así, sobre todo porque entre los exalcaldes y exgobernadores hay perfiles que pertenecen a distintos partidos y movimientos políticos o que marcadamente han insistido en que son independientes y no están matriculados en ninguna colectividad en específico.

Habrá que esperar a que este ejercicio vaya tomando más cuerpo para determinar el propósito final. Sin embargo, por ahora resulta una iniciativa, como ya se dijo, interesante en la medida en que muchos de esos exgobernantes se distinguieron en sus mandatos por una marcada capacidad ejecutiva que, precisamente, les permitió empezar a tener una proyección de liderazgo nacional, lo cual siempre es sano para la democracia y la progresión del poder.

Es claro que lograr articular los esfuerzos presupuestales, de gestión y de objetivos estratégicos entre la Nación, los departamentos y los municipios ha sido, por décadas, uno de los retos más difíciles de concretar en Colombia. Sería ingenuo desconocer que la visible desconexión de los Planes Nacionales de Desarrollo con estas mismas herramientas a nivel regional y local ha impedido que los billonarios recursos destinados a inversión social, subsidios, infraestructura, salud, educación, seguridad y orden público, empleo y muchos otros rubros hayan tenido una mayor efectividad.

Tampoco se puede negar que continúa sin resolverse el pulso entre el gobierno nacional central y los territorios por la distribución presupuestal y la respectiva asignación de funciones y responsabilidades. Un ejemplo de ello es la dificultad para reformar el Sistema General de Participaciones (SGP), principal esquema de destinaciones de dineros públicos a nivel nacional, departamental y municipal. Si bien, normativamente, se avanzó ya de las Regiones Administrativas de Planificación (RAP) a las Regiones Entidad Territorial (RET), en la práctica todavía son poco funcionales. Quizá lo más adelantado en este campo de la coordinación Bogotá-territorios sea el Sistema Nacional de Regalías.

Visto todo ello, resultan trascendentales los criterios que los exalcaldes y exgobernadores pueden aportar no solo sobre el diagnóstico de las realidades regionales sino sobre la hoja de ruta a implementar para empezar a superar problemáticas de vieja y nueva data. Es clave, por ejemplo, su visión para delinear lo mejor posible el plan integral de reactivación socioeconómica pospandemia que demandará inversiones por 135 billones de pesos, con un énfasis regional muy marcado.

Así las cosas, bienvenido este esfuerzo de los exmandatarios regionales y locales para analizar, desde su probado conocimiento de la realidad territorial, el rumbo de Colombia. Si ello tiene un desarrollo político y electoral, no se sabe todavía. Sin embargo, si esa fuera la intención de este ejercicio, la verdad es que sumaría nuevas ópticas y alternativas a un país que, preparándose para las urnas el año entrante, está ávido de propuestas e ideas para salir adelante.