Así va la preservación de la Reserva Thomas van der Hammen | El Nuevo Siglo
Reserva Thomas van der Hammen.
Cortesía
Martes, 14 de Febrero de 2023
Redacción Nacional

La Reserva Thomas van der Hammen es conectora y articuladora de la montaña con el río; además, es el único suelo rural de planicie y de conexión ecosistémica que queda entre los Cerros Orientales y el río Bogotá.

Este y otros factores han sido aspectos fundamentales a tener en cuenta por parte de las autoridades distritales y la ciudadanía en general en lo que respecta a su conservación. Bajo esta premisa, EL NUEVO SIGLO consultó con la Secretaría de Ambiente sobre los acuerdos para cuidar la Reserva y las propuestas establecidas en el Plan de Ordenamiento Territorial.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el estado actual de la Reserva Thomas van der Hammen?

SECRETARÍA DE AMBIENTE DE BOGOTÁ: La Reserva Forestal Regional Productora Thomas van der Hammen, declarada así por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), está ubicada en el extremo norte de Bogotá. Tiene una extensión aproximada de 1.396 hectáreas y casi en su totalidad corresponde a predios privados, distribuidos en las localidades de Suba y Usaquén.

La CAR la declaró reserva forestal productora por tres motivos, principalmente: para garantizar la conectividad de los Cerros Orientales con el río Bogotá, actuar como barrera de los procesos de conurbación y ser un pulmón en el norte donde se preserve la biodiversidad. 

Esta es una zona de gran importancia para asegurar la conexión entre pequeños y debilitados parches de bosque entre el nororiente y noroccidente, para continuar con la conectividad desde el lado oriental del río con los cerros de Cota y Chía, en particular con los ecosistemas del Cerro de Manjui.

Conservación

ENS: ¿Qué acciones están ejecutando en torno a la conservación de la reserva?

SAB: La Secretaría de Ambiente trabaja de manera conjunta con las comunidades y el sector privado para la consolidación de la reserva, la restauración, en principio con el bosque Las Mercedes, y la actualización del Plan de Manejo. 

En esa tarea, a la fecha la Secretaría ha suscrito diez acuerdos de conservación en 73 hectáreas con propietarios de predios privados para la implementación de estrategias de conservación (caracterización y monitoreo de la biodiversidad, apoyo en la formulación de indicadores de gestión ambiental, educación ambiental y restauración ecológica).

Además, busca estrategias innovadoras para avanzar hacia una reconversión productiva sostenible, que disminuya los impactos ambientales y contribuya a la conservación de los recursos naturales, por lo que trabaja de la mano con los floricultores. 

Así mismo, la Administración Distrital ha sido enfática en asegurar que no se construirá la ALO Norte por la afectación ambiental que representaría esta obra sobre el ecosistema. Todos los elementos de la Estructura Ecológica Principal dan el sustento necesario a los procesos ecológicos que tienen lugar en el norte de la ciudad y que garantizarán la conectividad entre los Cerros Orientales y el río Bogotá. 

ENS: ¿Qué contemplan los acuerdos de conservación actuales?

SAB: Los acuerdos de conservación son un instrumento de reverdecimiento que implican tres tipos de cosas: ceder algunas áreas para poder hacer conexión ecológica, reverdecimiento y siembra, ajustar o cambiar parámetros de producción de su actividad para mitigar impactos ambientales y medir ciertos indicadores todo el tiempo sobre cómo está la función ecosistémica de la zona. Estos tres compromisos básicos son los que realizan todos los que firman acuerdos de conservación.

Estas estrategias son diseñadas e implementadas con cada propietario, teniendo en cuenta las potencialidades de cada área, aportando al cumplimiento del plan de manejo de la reserva, a sus objetivos de conservación y a la conectividad ecosistémica entre la reserva y otras áreas de la Estructura Ecológica Principal (la Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá, el Parque Ecológico Distrital de Montaña Cerro La Conejera, las Reservas Distritales de Humedal Torca-Guaymaral y La Conejera, y el río Bogotá).

Los acuerdos permiten crear un sentido de pertenencia entre la comunidad, al generar una corresponsabilidad, entre todos los actores, en la implementación de acciones de conservación en áreas con alto valor ecosistémico para la ciudad, como es el caso de esta Reserva Forestal Productora.

Planes

ENS: ¿Cuáles son los regímenes de uso que se establecen dentro del POT?

SAB: El POT Bogotá Reverdece no es el instrumento que establece el régimen de usos de la Reserva; dicho régimen fue establecido por la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR), como autoridad ambiental de esa área.

El acuerdo, en su artículo 7.°, “Zonificación y usos”, definió cuatro zonas dentro de la reserva: Zona de Preservación, Zona de Restauración, Zona de Protección al Paisaje y Zona de Uso Sostenible, esta última compuesta por la subzonas de Uso Múltiple y de Alta Densidad de Uso. 

ENS: Además de la decisión de no construir la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) en su tramo norte, ¿qué otras iniciativas lideran desde la Secretaría de Ambiente para garantizar la conservación de la reserva? 

SAB: La Secretaría de Ambiente trabaja en la implementación de estrategias para la conservación de áreas con alto valor ecosistémico, dentro de las cuales se encuentra la reserva, en la que tiene como meta el cumplimiento del plan de manejo ambiental en 100 hectáreas, en acciones como: restauración, incluyendo el bosque Las Mercedes; adquisición predial; acuerdos de conservación e implementación de herramientas de paisajes con los propietarios; y se adelantará el acompañamiento y asesoría al proceso de restitución productiva en las zonas de uso sostenible. 

Además, desarrolla estrategias de conservación para proteger los servicios ecosistémicos y la conectividad ecológica en el norte de la ciudad, como monitoreo de niveles freáticos dentro de áreas de la reserva en las que actualmente existen floricultivos, monitoreo de biodiversidad de los grupos biológicos de avifauna, herpetofauna, mastofauna y entomofauna; análisis de conectividad ecológica del norte de Bogotá, incluyendo la reserva, para determinar áreas de consolidación de corredores de biodiversidad y conectividad hídrica; e implementación de los Planes de Manejo Ambiental de humedales vecinos con la reserva, como La Conejera y Torca-Guaymaral, mediante los cuales se da continuidad a la dinámica ecológica y ambiental que permite la reserva.

Acuerdos

ENS: ¿De qué manera la ciudadanía puede participar en la conservación de la reserva?

SAB: A través de esta Secretaría, teniendo en cuenta que la reserva es casi en su totalidad de propiedad privada, la participación ciudadana se ha habilitado a través de los acuerdos de conservación. 

En el caso de los acuerdos suscritos con empresas, se ha vinculado al personal que trabaja allí en la implementación de estrategias definidas para cada predio. Por su parte, para el caso de los acuerdos suscritos con colegios, se espera vincular en su implementación a toda la comunidad académica (docentes, estudiantes, personal administrativo, padres de familia). 

En este sentido, invitamos a los propietarios de predios privados dentro de la reserva a ser partícipes, a través de más acuerdos de conservación, en la implementación de acciones que aporten a la conservación de la reserva y a la conectividad ecosistémica entre el oriente y occidente del borde norte de la ciudad.

Además, desde hace algunos años, el Jardín Botánico viene adelantando actividades de plantación dentro del predio del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), por eso dicha entidad podría brindar espacios de participación ciudadana para adelantar las plantaciones. Adicionalmente, dentro de la reserva existen varias organizaciones ciudadanas que organizan y desarrollan actividades de conservación en algunos predios.