Una buena noticia | El Nuevo Siglo
Miércoles, 10 de Febrero de 2021

Reducción de la siniestralidad vial

* Urge reforzar varios flancos vitales

 

Uno de los logros más importantes del año pasado, en medio de la más grave crisis socioeconómica de las últimas décadas por culpa de la pandemia, fue la disminución de la tasa de homicidios en Colombia a niveles que no se veían hace 46 años.

Una muy buena noticia en medio de la emergencia sanitaria y los difíciles momentos para toda la población por el impacto del coronavirus. Sin embargo, no fue la única. Ayer, por ejemplo, se informó que el año pasado se produjo una reducción del 18 por ciento en los fallecimientos causados por siniestros viales. No es un tema menor, ya que significan que hubo 1.175 muertes menos que en 2019. También se produjo una disminución en el número de heridos en accidentes en las carreteras. Hubo 20 mil lesionados menos que un año atrás, con un dato aún más positivo: Bogotá, Medellín, Cali, Pereira, Barranquilla, Bucaramanga, Ibagué, Cartagena, Manizales y Armenia, es decir las principales ciudades, aportaron el 52 por ciento de esa reducción.

Obviamente las cuarentenas y restricciones a la movilidad en las vías locales, departamentales y nacionales que se aplicaron en 2020 como fórmula para contener la curva epidemiológica del covid-19 tuvieron incidencia sobre la disminución de la siniestralidad vial. Sería ingenuo desconocer que hubo varios meses en los que el transporte estuvo semiparalizado, salvo por el referido a sectores esenciales como la movilización de alimentos, víveres y otros elementos de primera necesidad.

Sin embargo, esa no fue la única causa de que el año pasado hubiera menos muertos y heridos en las vías. También tienen su cuota de responsabilidad en esta buena noticia una mejor implementación de las estrategias marco de seguridad vial, en cabeza del Ministerio de Transporte y la agencia nacional respectiva. Prueba de ello es que Bogotá y otros 831 municipios de 19 departamentos cumplieron sus metas de reducción de la siniestralidad vial que se habían fijado, según lo reportó el análisis preliminar del Observatorio Nacional de Seguridad Vial con base en los registros del Instituto de Medicina Legal.

En dicho análisis hay aspectos que llaman la atención de manera muy positiva. Por ejemplo, 182 municipios, que corresponden a un poco menos de una sexta parte del territorio nacional, no presentaron ninguna víctima fatal en las vías el año anterior.

Estos buenos resultados permiten, entonces, seguir enfatizando la política de seguridad vial. Hay muchos asuntos todavía que reforzar. Uno de los principales es el referido a los ciclistas, que continúan teniendo un alto grado de accidentalidad vial. Es un asunto de primer orden más aún si se tiene en cuenta que debido a la necesidad de preservar el distanciamiento social y evitar aglomeraciones como las que se presentan en los sistemas de transporte público masivo, se multiplicó de manera sustancial en el último año la cantidad de personas que hicieron de la bicicleta su principal sistema de movilización. En ese campo, es claro que a excepción de Bogotá y algunas pocas ciudades, las redes de ciclorrutas todavía son insuficientes y, lo que es peor, no están interconectadas. A ello hay que sumarle que en muchas capitales y municipios se dispararon los atracos a los ciclistas, en algunas ocasiones con desafortunado saldo fatal.

También resulta evidente que se requieren más controles sobre los motociclistas, otro de los medios de transporte que se intensificó en medio de las restricciones derivadas del plan de contingencia sanitaria. Siguen creciendo las voces que consideran que urge extremar las condiciones para expedir las licencias de conducción de estos vehículos.

Por otra parte, se requieren más ajustes al Código Nacional de Tránsito. Por ejemplo, algunos gremios insisten en la necesidad de unificar las normas marco para imponer las medidas de ‘pico y placa’. En cuanto a las fotomultas, todavía existen vacíos jurídicos sobre la legalidad en la instalación de las cámaras y el procedimiento de cobro de los comparendos. Igual continúa siendo alto el número de vehículos que no tienen al día la revisión técnico-mecánica ni tampoco el seguro obligatorio. No menos importante es seguir apretando los controles a las escuelas de conducción… Mientras no se trabaje con más eficacia en todos estos frentes así como en la pedagogía para que conductores, pasajeros, peatones, motociclistas y ciclistas respeten las normas de tránsito será muy difícil salir de la tragedia que significa que, para solo citar 2020, 5.458 personas hubieran perdido sus vidas en siniestros viales.