Además de la cascada de alzas en los alimentos y la mayor parte de productos de la canasta familiar, ahora la economía de los hogares tiene que soportar un incremento desbordado de las tasas de interés, que se agravará con la decisión del Banco de la República del pasado viernes de subir el tipo de referencia a 12,75%.

Este tipo de tasa es la que el Emisor cobra a diario al sistema financiero que acude a sus recursos para una mayor liquidez, y que los bancos a su vez trasladan al crédito de los usuarios con un cobro adicional, que es la tasa de intervención.

De acuerdo con la Superintendencia Financiera, el Interés Bancario Corriente efectivo anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario vigente entre el 1 de febrero y el 28 de febrero de 2023 en 30,18%, lo cual representa un aumento de 134 puntos básicos (1,34%) en relación con la anterior certificación (28,84%).

A esto se suma que la tasa de mora llegó a 45,27%, un nivel a todas luces sorprendente en la economía para la capacidad de pago de las familias.

Con razón en una declaración a los medios en Antioquia, el expresidente Álvaro Uribe dijo que lo que “están logrando es sembrar pánico entre los colombianos pues cada vez son más las personas que desisten de sus proyectos de vida, como comprar una vivienda, porque no están dispuestas a pagar intereses costosos”.

Efectos

Según el expresidente, “esto podría tener consecuencias en el sector de la construcción y en otros sectores de la economía, pues hasta empleos se perderían. Nosotros queremos expresar nuestra preocupación porque esto puede conducir a que haya, además de estos problemas, una enorme morosidad en el pago de la cartera a los bancos, a los municipios. La ciudadanía no va a ser capaz de pagarle a los municipios, con lo que está ocurriendo. Un enorme crecimiento de la cartera a la DIAN".

Sin duda, la nueva subida de tasas de interés por parte del Banco de la República, sumado al incremento de la tasa de usura, la máxima morosidad que pueden cobrar las entidades en créditos de consumo y tarjetas, expertos hacen un llamado al ahorro, a evitar el uso innecesario de tarjetas de crédito y la solicitud de créditos de consumo.

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Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, el Banco de la República envía un mensaje a los consumidores de “ahorrar en vez de consumir”.

Dice el analista que, ante el panorama de una inflación alta y unas tasas de interés al alza, “comparar precios en la economía es muy importante, se puede ver si hay sustitutos del consumo que se hace normalmente y que puedan estar más baratos, por ejemplo”.

Además “tener en cuenta que los bienes importados pueden estar mucho más costosos que los bienes domésticos”, dijo Olarte.

Revisar deudas

Agregó que “hay que cuidar el endeudamiento, es decir, revisar las deudas contra el ingreso disponible de todos los meses; si eso es más del 25%, intentar no endeudarse más. Si ese mayor endeudamiento va a generar que mi consumo normal o necesario tenga que ser disminuido, no se pueden adquirir más obligaciones financieras”.   

Argumenta el Banco de la República en su decisión que busca hacer que el crédito sea más costoso y la gente procure no pedir prestado. Señala que con el tiempo esto se traduce en una disminución del consumo, además de incentivar el ahorro.

Una alternativa es que los consumidores pueden aprovechar las tasas altas de los CDTS. Si tiene posibilidad de ahorrar, algunos bancos están ofreciendo tasas atractivas de tres a 12 meses. La tasa promedio de CDTS a seis meses, por ejemplo, está en 15,5% y la de un año en 17,4% Efectivo Anual.

De todos modos, el gran problema que enfrenta ahora el consumidor de cara a la mitad del primer trimestre es el costo del dinero. Es bien sabido que las tasas suben por ascensor y bajan por las escaleras, y desescalar los tipos del Emisor puede durar más de un año si se hace a la misma velocidad en que se elevaron.