La economía tiene un difícil arranque este 2021 | El Nuevo Siglo
EL CIERRE del comercio por las restricciones durante este mes, siguió afectando a la economía colombiana./ENS
Foto Diana Rubiano /El Nuevo Siglo
Lunes, 25 de Enero de 2021
Redacción Economía

Aunque todavía queda esta semana para finalizar el primer mes del año, la perspectiva que analistas y los mercados tenían sobre un mejor comportamiento productivo en enero no se han dado. Por lo menos así lo muestran algunos indicadores económicos.



Es claro que las restricciones impuestas desde diciembre y que se han extendido en el arranque de 2021 por el pico de la segunda ola de la pandemia es la principal causa, frenando de forma significativa el ritmo de reactivación económica del último trimestre.

Ya lo analizaba el director de Raddar, Camilo Herrera, en la edición dominical de este Diario: “en lo que va corrido de enero vemos que la dinámica de gasto es menor a la de diciembre… Los nuevos aislamientos están pegándole duro a la economía y a los hogares. Eso lo estamos sintiendo, no con la misma fuerza o proporción a las de marzo y abril del año pasado, porque ya en este enero como que la gente estaba preparada para aislamientos”.

Indicó el investigador económico que “el comercio estaba en una posición distinta porque, por ejemplo, ya se había preparado para atender una temporada escolar, pero ahora chocó con el nuevo esquema de educación que cambió las ventas de los útiles escolares, y eso lo afectó. Lo mismo el rubro de los restaurantes y del entretenimiento que también están golpeados. Hay otros sectores que están bien, como el de los alimentos y de las ventas de productos para la salud. Pero, por ejemplo, el de la ropa y el entretenimiento, es decir los cines y teatros, están afectados”.

Duro impacto

Asimismo, en el análisis sobre el impacto de las medidas de cuarentenas y toques de queda de comienzos de año en ciudades principales de Colombia para contener la expansión del coronavirus, Fedesarrollo dijo la semana pasada que el costo económico de estas medidas ronda entre los $8,3 billones y los $12,5 billones, lo que equivale a cerca del 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.



Resaltó, eso sí, el organismo el hecho de que estas pérdidas son significativamente menores a las calculadas en abril del año pasado, cuando empezaron las restricciones más severas a la economía en la primera ola.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, aseguró que “esto se debe a la implementación de medidas menos restrictivas a las observadas entre marzo y abril del 2020, a la no aplicación de las medidas de forma general en el territorio nacional, y a la adaptación de las empresas y los trabajadores al nuevo contexto relacionado con la pandemia del covid-19”.

Asimismo, el cálculo de Fedesarrollo da a entender que Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca tendrían una mayor participación en la reducción de la actividad económica nacional, al ser las regiones con más cuarentenas y toques de queda: la participación sería del 48,8 %, 15,9 % y 11 %, respectivamente, equivalentes a $4,1 billones, $1,3 billones y $0,9 billones, en su orden.

“El costo final dependerá de eventuales restricciones adicionales a las tomadas hasta la fecha, de acuerdo con la evolución de la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), y de la rapidez con que los flujos de actividad productiva retornen a las condiciones previas a la implementación de estas medidas”, sostuvo Mejía.

La educación

A esta situación se añade que tampoco el país ha podido desarrollar normalmente la temporada escolar que era esperada por los comerciantes. Tanto en Bogotá como en la mayoría de las capitales va a continuar la virtualidad a comienzos del año lectivo.



Según el presidente de Fenalco Bogotá, Juan Esteban Orrego, “las temporadas escolares representan para las compañías del sector el 80% de sus ventas anuales. Con la actual situación vamos para dos temporadas escolares perdidas, ahondando en el desempleo no solo en el sector comercio sino en toda la cadena de producción y distribución”.

En el caso de la capital colombiana, la entidad explicó que las pérdidas pueden ser mayores ya que los comerciantes del sector no solo tienen productos del año pasado, sino que recientemente abastecieron sus negocios. 

Aseguró Orrego que las pérdidas de este sector en la capital serán entre un 40% y 60%. Los distribuidores mayoristas también especulan que al menos un 50% de comercios no especializados en útiles escolares, pero que aprovechaban la temporada para distribuir estos productos, no invertirán en este negocio este año.

De otro lado, la educación remota no es lo único que afecta al sector, pues los problemas económicos en los hogares colombianos también tienen una grave consecuencia. Según una encuesta realizada por Fenalco, en años anteriores los padres de familia tenían un presupuesto de entre $300.000 y $700.000 para la compra de útiles escolares, pero este año se redujo la cifra y el presupuesto está entre $100.000 y $300.000.

Ventas

Otro punto que destaca Fenalco es que la afectación de las ventas de útiles escolares motiva el desempleo. Al menos en Bogotá, los comercios contrataron a un 50% del personal para que se encargara del mercadeo, logística y producción de los útiles, pero se calcula que al final el 80% de ese personal no pudo ser contratado.



“Durante esta época se generaban alrededor de 13.000 empleos temporales en Bogotá, de los cuales el 40 por ciento se convertía en empleos permanentes. Se calcula que se perderán cerca de 10.000 de esos empleos”, dijo Orrego.

Usualmente entre enero y febrero en Colombia se vendían más de $450 mil millones en útiles escolares, pero Fenalco asegura que en 2021 se está muy lejos de tan siquiera igualar esa cifra. La entidad solicitó a las alcaldías locales que les permita abrir las papelerías aunque no entren en la lista de comercios esenciales, con el fin de evitar mayores pérdidas que se deriven en el cierre de más empresas este año.

Asimismo, está el sector de bares y restaurantes que sigue afectado por los cierres y toques de queda.

Los ingresos en este comienzo de año continuaron en picada como resultó diciembre pasado, cuando se terminó con tasas negativas y caídas de hasta 30 %.

Otro rubro fue el de los hoteles y el turismo que, aunque comenzaron a recuperar su dinámica desde septiembre, lo cierto es que las aerolíneas y hoteles no alcanzaron a recortar la contracción sufrida durante 2020, lo mismo que los servicios de entretenimiento, que mostraron pocas señales de recuperación. No en vano el gasto en espectáculos, cines y teatros se redujo en el año 80% por el cierre total de los establecimientos, siendo el grupo de gasto más afectado en la canasta de los hogares.

Caída del consumo

Producto de la pandemia y de las cuarentenas, en 2020 el consumo de los hogares cayó 6,7% frente al comportamiento registrado en 2019, según el indicador BBVA Consumption Tracker.



En diciembre pasado, el gasto se desaceleró frente al registro de noviembre, donde se vio un gran movimiento en las jornadas de Día sin IVA, Black Friday y Cyber Week, esto por cuenta de un adelanto en las compras navideñas y las restricciones a la movilidad en algunas regiones.

De acuerdo con la economista jefe del BBVA Research, “los datos de fin de año siguen mostrando una recuperación paulatina desde sus mínimos de abril cuando la caída interanual fue del 40% por cuenta de los efectos del confinamiento y la pandemia”.

Según la investigación de la entidad financiera, el año pasado el gasto en servicios cayó un 28,1% respecto a 2019, mientras que el de bienes creció en 9,2%. Además, el gasto en bienes de primera necesidad, como alimentos y de salud, aumentó en promedio el año pasado cerca del 20% al compararlo frente al año anterior desde el inicio de la pandemia.