Tragedias en vuelo | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Enero de 2020

El derribamiento del vuelo PS752 de la empresa Ukraine International Airlines de Ucrania que el gobierno de la República Islámica de Irán acaba de reconocer como un “error humano” en la identificación de la aeronave como objetivo militar y no como lo que era, un avión civil de pasajeros, ha actualizado una tragedia que no es nueva para la aviación comercial y ni siquiera para los países involucrados.

El abatimiento del Boeing 737-800 ocurrió en la misma noche que Irán realizó un ataque con misiles tierra-aire contra objetivos militares estadounidenses como parte de su anunciada venganza contra Estados Unidos de América por el asesinato del General Iraní Quasem Soleimani. La peor paradoja que ocurrió a raíz del ataque Iraní contra blancos militares es que no se le produjo ninguna baja al enemigo declarado como objetivo de ese operativo. Los únicos muertos que produjo la “venganza” Iraní fueron los 176 pasajeros del avión ucraniano.

Y para acabar de completar la tragedia, la gran mayoría de los pasajeros que se transportaban en el avión derribado eran iraníes. Algunos de nacionalidad canadiense, pero casi todos de origen iraní y, según se ha conocido, investigadores y jóvenes de clase media o alta que estudiaban en el extranjero.

El error militar ha sido tan burdo y las iniciales explicaciones de los Ayatollahs que gobiernan Irán tan erráticas, que a pesar del grave peligro que significa protestar en ese país, desde el sábado pasado las universidades de Teherán y de otras ciudades (Isfahán, Arak y otras) se han llenado básicamente de jóvenes manifestándose adoloridos y aterrados de que gente como ellos puedan perder la vida en un abrir y cerrar de ojos a causa de la chambonería de sus propias Fuerzas Militares.

La aparente unidad nacional que los detentadores del poder en Irán habían logrado consolidar a partir de la explotación política de la muerte del General Soleimani, literalmente les estalló en las manos con el derribamiento del avión de pasajeros. Ahora hay otra vez un país dividido entre la autocracia religiosa de los Ayatollahs y la mano dura de la Guardia Revolucionaria por un lado, y los jóvenes y las clases medias por otro lado, que reclaman una mayor apertura democrática y unas mejores condiciones de vida. 

Paradójicamente el gobierno de los Estados Unidos de América no ha explotado políticamente el tema del avión civil derribado, tal vez porque aún recuerda que uno de sus misiles tumbó en 1988 un Airbus-300 de Irán Air cuyos 290 pasajeros perdieron la vida o probablemente porque crean que “esas cosas pasan”. De hecho les ha pasado a los propios Ucranianos, ahora víctimas, a los israelíes, a la entonces Unión Soviética y hasta a los italianos.

Tal parece que la primera víctima de una guerra no es la verdad, sino que son los civiles. 

@Quinternatte