¡Bogotá, Bogotá, Bogotá! | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Enero de 2020

“Alcaldesa López tuvo buen arranque”

No se trata de hacer oposición por deporte. El buen criterio y la sensatez deben ser el principio rector de la crítica política cuyo objetivo honesto sea el bien-estar de la sociedad. 

Como participante de la contienda electoral del 2019 en Bogotá, me parece coherente seguir reflexionando sobre la construcción de esta ciudad. 

Empezó movida la primera semana de la nueva administración en la capital del país. Me gustó la austeridad en el acto de posesión de la alcaldesa Claudia López. Me gustó la manera como resaltó el rol familiar de cada uno de sus miembros del gabinete. Reconocer la existencia de los hijos es fundamental y es una clara señal de respeto por los niños de la ciudad y su visibilidad. Me gustó el discurso de unidad y de esperanza. 

Me gustó que expresara con la contundencia que la caracteriza, que la democracia se había manifestado y que sus propuestas habían ganado y que en virtud de ello, por ejemplo, Transmilenio no sería más el eje central del transporte masivo. Tiene razón. En democracia, fueron más los votos por sus propuestas que los que obtuvieron las otras campañas. Me gustó que dijera que Bogotá seguirá en trancones y que no tengamos muchas esperanzas al respecto. Fue sensato.

El pedazo en el que me parece que se pifió fue cuando anunció el “regalo” de la presidencia del Concejo para Carlos Galán. Detalle coqueto que sobraba y que generó resquemores en muchos concejales de la coalición de gobierno. ¿Por qué? Se preguntaron muchos. Incluso cuestionaron la injerencia de la alcaldesa en una decisión autónoma y propia de la corporación. Mala cosa. La confianza política entre rivales, se gana es en el ejercicio del liderazgo y del gobierno, y no entregando privilegios como un terrateniente que regala un pedazo de tierra. O peor aún, haciendo maromas que tanto se han criticado para frenar los derechos de las bancadas declaradas en oposición. Importante que la izquierda entienda que la oposición no es un derecho exclusivo de un sector político y que ahora que gobiernan, tienen que tener el talante de respetar a quienes los cuestionen. 

Por otra parte, y volviendo a lo del regalo, será que al ser presidente del Concejo y hacer parte de la coalición del gobierno, ¿la independencia de Galán tiene sus excepciones? O, ¿será el cace para la candidatura a la presidencia del hermano?, ¿quién le quedará debiendo el favor a quién?

Cerrando la semana, la alcaldesa ya llevaba dos consejos de seguridad encima y una salida en Transmilenio en compañía de sus altos funcionarios de gabinete. Ojalá sean muchos los recorridos y sobretodo que los hagan en horas pico. Mejorar frecuencias y rutas es clave para los usuarios. 

La alcaldesa tiene el propósito de tener cercanía con la gente y cambiar la comunicación que tanto criticó. Clave construir esa imagen y ser coherente en el ser y en el hacer. Fue un camino largo el que recorrió para llegar a la alcaldía y por eso no se puede dar el lujo de cometer errores que tanto criticó. Haber alcanzado la dignidad de gobernar nuestra ciudad-hogar exige un comportamiento intachable. Ella y sus funcionarios. Algunos querrán volar solitos en sus ambiciones políticas personales y a eso le tiene que poner atención la alcaldesa para que no le dañen el “caminao” de su administración. 

Es mucho lo que está en juego y lo más importante es Bogotá.