Adelante el Transmilenio por la 68 | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Enero de 2020

No debería generar tanta contrariedad entre quienes votaron por la alcaldesa Claudia López la razón de recibir la adjudicación de la megaobra de la Troncal de Transmilenio, la de la Avenida 68, como un hecho que no tiene vuelta de hoja y en contra de sus promesas de campaña, convirtiéndose con diez y siete kilómetros de longitud, en la más extensa dentro de la red en la ciudad.

Son razones de peso que tienen un mismo punto de encuentro: el deseo de avanzar y asegurar el futuro de la movilidad en la Bogotá. Aceptada la obra de la primera línea del Metro, elevada por cierto, hay que darle con toda. El quid del asunto, más allá de todas sus benevolencias, está, en el término de los expertos, en que esta nueva Troncal no se define siquiera como una vía complementaria si no aún más importante como una vía alimentadora del Metro.

Y en este sentido, su construcción le da un mayor potencial al Metro, en cuanto alimenta su sistema circulatorio. De ahí que su financiación en gran medida la aportan todos los colombianos, es decir la Nación. De haberse clasificado como complementaria sería un compromiso particular del Distrito.

Por tanto, la adjudicación ya viene a ser la última etapa después de tres largos años de estudio y estructuración, como proyecto del gobierno nacional, en cabeza la Financiera de Desarrollo Nacional. O sea, no hay obstinación ni improvisación. Aquí se trata de entender que bien gobernar, también es continuar.

Así las cosas, es parte de la visualización del Metro, sin la cual él perdería su bombeo. Como tal, el gobierno nacional se compromete a financiar la Troncal en dos billones y medio de pesos y el Distrito en setecientos setenta mil millones de pesos. Como quien dice que no sería nada objetivo perder o suspender esta oportunidad puesta sobre la mesa.

La nueva alcaldesa ya lo había percatado. De hecho le había planteado a bancos socios del Metro -el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Interamericano de Desarrollo- que hicieran un modelo que permitiera identificar si dicha Troncal era la óptima frente a la perspectiva del proyecto del Regiotram de Occidente o Tren de Cercanías de la Sabana y la red de Metro por ella propuesta.

Adicionalmente el trazado de la Troncal de Transmilenio de la Avenida 68 pretende conectar el suroccidente, el noroccidente y parte del nororiente de Bogotá que puede llegar a beneficiar a cerca de tres millones de personas, de los siete millones trescientos que tiene la ciudad, según el último censo, como un eje transversal para la ciudad, que va desde la Autopista Sur hasta la Calle 100 con la Carrera Séptima.

En cifras, la Troncal contará con más de trescientos buses de flota, más amigables con el medio ambiente, que sustituyen en parte la alta carga de buses azules que tiene esta Avenida; transportará más de treinta mil pasajeros día y traerá consigo la necesitada renovación urbana del sector. Como quien dice, el que adelante no mira, atrás se queda.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

uribemariaelisa@gmail.com