Coaliciones en el Parlamento | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Enero de 2018

*Las afinidades ideológicas

*El progreso debe ser el norte

 

CADA vez es más clara, frente a las circunstancias políticas que vive el país, la importancia de las elecciones parlamentarias. Mientras muchos concentran su atención en la justa presidencial, la verdad es que la primera etapa, es decir, los comicios del próximo marzo, serán fundamentales para establecer el tipo de país que se pretende, después del prolongado proceso de paz entre el gobierno Santos y las Farc.

En realidad, muchas fueron las reformas en casi una década que quedaron en el tintero. La nación está pendiente no solo de la urgente reforma a la justicia, a la política, a la estructura tributaria si no también ha quedado sobre el tapete la reforma pensional, la reforma a la salud, la reforma a la educación y tantas otras de igual calado.

No sólo se trata, pues, de reajustar las cláusulas del proceso de paz, en lo posible.  Es ante todo menester mostrarle al país horizontes nuevos, capacidad de progreso, respuestas a la juventud, una política internacional acorde con las circunstancias y retos regionales, toda una plataforma clara de propósitos mancomunados. Es importante, desde luego, mantener y acrecentar la llamada clase media, mejorando el consumo y generando mejores condiciones de mercado.   El país necesita una política económica proclive a la inversión nacional y extranjera.  También es indispensable, no sólo hablar de innovación y emprendimiento como una circunstancia académica etérea y sin fondo, sino verdaderamente fomentar la ciencia en un mundo en el que la inventiva y la creatividad son el mayor activo fijo que pueda tener una nación.

No sólo se trata de impulsar el turismo, como si aquello fuera la última panacea. Por supuesto, hay allí una gran posibilidad para el país a fin de conseguir excedentes de capital más  allá de los recursos minero energéticos. Pero de la misma manera la mejor inversión social posible está en financiar y propiciar los elementos creativos colombianos.  Por eso es lamentable lo que ha venido ocurriendo en Colciencias. Como bien lo dijo Moisés Wasserman en entrevista a este diario, es fundamental construir un Conpes de Ciencia y Tecnología a la mayor brevedad y bajo el concierto de los científicos.

En resumen, se trata de reinstitucionalizar al país y, al mismo tiempo de que se saneen y revigoricen las tres ramas del poder público, de crear las instituciones acordes a los tiempos contemporáneos. Porque lo que debe ofrecerse en estas épocas electorales es progreso y capacidad de inserción en el mundo en curso.

El Parlamento colombiano debe pues ponerse a tono con las circunstancias que demanda un país moderno. Desde luego, la tarea es ingente porque, como se dijo, lo primero es producir las reformas obvias que en los últimos años se han quedado al garete. Hay aspectos, ciertamente, en los que la Nación ha mejorado, principalmente en el engrosamiento de la clase media y del acceso a mejores oportunidades.  Pero todo ello corre peligro con un crecimiento económico tan exiguo y la imposibilidad de que mucha más gente ingrese dentro del empleo formal.

Es indispensable entender, también, que Colombia debería prepararse para ser una despensa alimentaria mundial a mediano y largo plazos.  Por el momento no se ha podido adelantar mayor cosa en la materia, pero es claro que en el transcurso de unas  décadas, con 9 mil millones de personas en el mundo, habrá mucho mayores demandas de agua, energía y alimentos, en lo que el país puede descollar.

Las elecciones parlamentarias, que serán definitivas para las reformas antedichas, resultan entonces una prioridad que no debe confundirse con otros escenarios. Es en el Parlamento donde, en principio, se configurarán las principales coaliciones y de ello depende, en mucho, que el próximo gobierno pueda tener o no éxito. Si se logra un norte definido de antemano en el Congreso de la República con las bancadas parlamentarias de naturaleza ideológica similar, en la que se entienda la importancia de la reinstitucionalización nacional, la defensa de la empresa privada, el desarrollo con equilibrio social y el respaldo a la ciencia y la cultura, bajo un criterio conjunto de autoridad y orden, el país habrá dado un gran paso hacia el progreso. 

 

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