Covid-19 sigue amenazando | El Nuevo Siglo
Martes, 17 de Enero de 2023

* Expansión global de otra subvariante de ómicron

* Crece alarma por su alta capacidad de contagio

 

 

Gracias a las vacunas y otros fármacos desarrollados por la ciencia, la enfermedad por el coronavirus covid-19 es cada vez es menos letal. Sin embargo, la humanidad todavía no encuentra la puerta definitiva salida de esa amenaza que ha ocasionado casi siete millones de muertes en los últimos tres años.

Este 2023 comienza con la expansión de una nueva variante (XBB.1.5), que desde las redes sociales recibió el apodo de “Kraken”, alusivo al monstruo marino de la mitología escandinava. Según la Organización Mundial de la Salud (OMSD) ya está presente en 38 países, en especial en Estados Unidos, en donde representa casi la mitad de todos los casos existentes.

En Latinoamérica hay confirmación de su presencia en México, Chile y Brasil. Su expansión en nuestro continente y en el planeta es constante y, dado que es la más transmisible que se conoce hasta el momento, se da por seguro que se convertirá en la próxima subvariante dominante a nivel global.

XBB.1.5 es una “subvariante de mosaico” que tiene sus raíces en dos linajes de ómicron, la variante que causa estragos en el mundo desde noviembre de 2021. Fue detectada por primera vez el pasado verano en India y es la más rica genéticamente hasta la fecha, lo cual le facilita la capacidad de evadir el sistema inmunológico e invadir las células. Como en las cepas precedentes, los síntomas de la enfermedad que ocasiona son tos, mucosidad, fiebre, congestión, fatiga, pérdida del gusto y olfato así como dolores de cabeza y articulaciones.

Según los expertos, paradójicamente solo la extensión del contagio aportará información precisa acerca de los efectos y el nivel de letalidad, pero al menos en este tramo inicial no se registra en ningún país aumentos dramáticos en hospitalizaciones ni muertes. Ello se atribuye, en principio, al desarrollo de inmunidad gracias, principalmente, a la exposición de millones de personas al virus, a las múltiples infecciones así como al efecto de las vacunas y las dosis de refuerzo. Lo que se ve, por ahora, es otro brote de transmisión continua y masiva, pero con infecciones leves.

Las principales recomendaciones de la OMS para la gente son básicamente las mismas promulgadas en los brotes precedentes: uso de tapabocas, distanciamiento social, evitar reuniones masivas, lavado permanente de manos, etcétera.

Las estadísticas evidencian que las vacunas lograron contener el covid-19 en relación con la incidencia y número de muertes de los años anteriores, en particular de 2020. Sin embargo, los primeros análisis indican que los refuerzos de ARNm bivalentes y de primera generación, que son la mayoría de las vacunas utilizadas hasta ahora, tienen efectos mediocres contra XBB1.5, con una efectividad estimada en 30%, situación únicamente alarmante para mayores de 65 años, personas inmunocomprometidas o con aversión al riesgo.

En Estados Unidos y otros países se están utilizando complementariamente Redemsivir y Paxlovid, medicinas antivirales efectivas en pacientes infectados que enfrentan el riesgo de evolucionar a enfermedad grave. En cualquier caso, hay consenso entre las autoridades sanitarias acerca de que, si bien no garantizan barreras contra la infección, en la mayoría de los casos, tanto las vacunas como los refuerzos -en particular el más actualizado-, actúan para amainar los efectos del covid-19 y, sobre todo, para evitar hospitalización y muerte.

¿Qué tan preocupados debemos estar frente al nuevo brote? Una visión negativa sería que, pese a todos los esfuerzos realizados desde la ciencia y las autoridades sanitarias, aún no se ha podido dominar el virus, cuyas mutaciones terminan por aportar subvariantes más contagiosas, fortalecidas para evadir el sistema inmunológico y resistentes a los medicamentos. Todo un reto para países que, como China, experimentan en la actualidad elevadísimas tasas de enfermedad y de muertes. La visión positiva sería que, conviviendo durante tantos meses con el covid-19, a estas alturas la humanidad ya conoce perfectamente qué debe hacer para enfrentarlo y protegerse, contando con potentes herramientas para hacerlo. Al final, lo más importante de todo es entender que este coronavirus es una amenaza presente y seria, cuyas mutaciones impulsan su propagación, hasta ahora en forma incontenible. Una amenaza que puede ser letal y que, por lo tanto, de ninguna manera se debe ni puede trivializar.