El 2021 fue un año de grandes resultados para el sector ganadero, con más de US$464 millones en exportaciones. Con ello, espera en menos de 10 años exportar más de US$1.000 millones en productos cárnicos.

José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, corroboró este buen momento de la ganadería nacional, al señalar que “volvimos a ser un país libre de aftosa, que a partir de ese momento y de ahí en adelante hemos venido creciendo, y por los cambios que hemos hecho, en este momento ya facturamos US$464 millones”.

El cambio en las políticas fue clave para este crecimiento, dijo Lafaurie, “Por consiguiente, la ganadería dejó de ser una actividad que vivía en el escándalo, estaba orientada al mercado interno, a poder competir para contentar a la mayoría. Y eso implicó únicamente la internación, una presión interna. Como consecuencia de ello se modificó la actividad y hemos visto un crecimiento muy, muy largo. Eso es clave para el desarrollo de la ganadería”. Y, repitió, podrá ser mejor este año.

Señala el dirigente que “estamos a la espera de la apertura del mercado o en China o de Estados Unidos. Si cualquiera de estos se abre, en Colombia se pasará a un escenario en el tema ganadero totalmente diferente, porque los ciclos estarán sometiéndose a la demanda del mercado internacional, que por lo menos tiene menos años por ciento ganaderos. Mi apuesta es que para el año 2032 Colombia pueda tener una facturación de US$1.000 millones”.

De otro lado, y respecto al precio interno de la carne, Lafaurie explicó que, a pesar de no necesitar insumos importados para la cría de ganado, el aumento en las exportaciones hace que el precio interno se adapte a valores internacionales, por lo que se ha visto un aumento en el último año.

Recuperación

Por otra parte, y según un informe revelado por Bancolombia, las exportaciones globales de carne de res se recuperan, y al mismo tiempo repunta la demanda. Señala que diferentes medios reportan un fuerte incremento en las importaciones de carne de res por parte de China, con compras crecientes de carne deshuesada a EE.UU. y Brasil, lo que ofrece una buena perspectiva para el mercado global durante 2022.

Señala que el sacrificio bovino creció durante 2021, impulsado por las exportaciones de carne y, al mismo tiempo, los precios locales se mantienen al alza. El sacrificio bovino entre enero y octubre de 2021 creció un 2,5%, comparado con el mismo periodo de 2020, impulsado principalmente por un incremento en las exportaciones de carne refrigerada y congelada (125%), lo que compensó la caída en el sacrificio de hembras (-2,2%) y el bajo crecimiento del sacrificio de machos (0,5%).

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Por otro lado, si se analiza el precio promedio del ganado en pie y en canal de octubre de 2021, comparado con octubre de 2020, se observa un aumento del 38% y 36%, respectivamente, explicado en parte por mayores exportaciones, pero también por el aumento de la demanda local y el encarecimiento de sustitutos como la carne de cerdo y el pollo.

Trazabilidad

Asimismo, el Gobierno busca amplificar esfuerzos con la aprobación del sistema de trazabilidad animal, el cual crea herramientas para rastrear el ganado bovino desde los hatos hasta el beneficio y desposte, buscando aumentar el número de animales trazables. Si este modelo logra superar las barreras que no han permitido contar con un sistema amplio de trazabilidad, la carne colombiana podría dar el primer paso para su admisibilidad sanitaria en mercados exigentes en este frente.

Del total de las exportaciones ganaderas entre enero y octubre de 2021, el departamento de Córdoba aportó el 50%, lo que hizo que en este departamento cambiara la relación de sacrificio macho/hembra. Por esto, entre enero y octubre, en este departamento se redujo el sacrificio de machos para consumo interno en un 46%, comparado con el mismo periodo de 2020, mientras el sacrificio de hembras se incrementó casi 22%.

El incremento de las exportaciones de animales en pie genera un reto para las plantas de beneficio ubicadas en departamentos exportadores, cuyos ingresos dependan del número de cabezas sacrificadas. Esta situación se suma a las dificultades en la región Caribe, en donde se reporta el cierre de algunas plantas de beneficio por parte del Invima en algunos municipios, y un incremento del sacrificio informal, el cual se ve incentivado por el mayor costo de transporte de animales a plantas certificadas en otras zonas de la región.