La estrella de Ángela Merkel | El Nuevo Siglo
Viernes, 15 de Enero de 2021

* Centrista y pacifista en política

* La mujer más poderosa del mundo

 

 

Ángela Merkel es una dirigente excepcional de la política alemana y europea, reconocida mundialmente como la mujer más influyente de la actualidad, con una credibilidad comparable a la del papa Francisco y los grandes magnates de las altas finanzas. Su desempeño al frente de la política y la economía germana ha sido tan exitoso que consagró el predominio de sus medidas ortodoxas, y pudo practicar el equilibrio geopolítico y la jefatura en la Unión Europea.

Ha sido de manera constante abanderada de la paz así como el manejo prudente de los negocios y la diplomacia, por lo que es respetada por todas las naciones. Consiguió sofocar las presiones de algunos sectores políticos de su partido y de otras fuerzas propensos a lanzarse a una carrera armamentista, en particular por los temores que por temporadas desatan las jugadas geopolíticas de Moscú o de  gobiernos como el de Turquía, al igual que decisiones de Estados Unidos, entre ellas la de mover parte de sus tropas en Europa y exigir mayores inversiones en defensa por parte de la UE.

En medio de las naturales y diversas crisis políticas internas que han sacudido su país se mantuvo incólume en una posición centrista y conservadora moderada, que le facilitó hacer las alianzas convenientes con otras fuerzas para manejar el Parlamento y fortalecer la democracia. Entre las jugadas políticas que se le reconocen está la de evitar el desplome económico en su momento de Grecia, país que se recupera siguiendo las normas bancarias de la UE. Y, más recientemente cuando se especulaba que empujaría al abismo financiero y la bancarrota a Italia, Portugal y España, países con gobiernos socialistas, hizo todo lo contrario. El gobierno alemán fue el que más influyó para ofrecer el salvavidas financiero a esos tres miembros de la UE en apuros. Y si ella no hubiera luchado en ese sentido para convencer a otros países, con la crisis del Covid-19 la Unión Europea se habría descalabrado.

La canciller alemán estudió química y se graduó en física cuántica;  la esperanza de su familia en la Alemania dividida de la posguerra era que se dedicara a la ciencia y servir a la humanidad. No se equivocaron en cuanto a lo segundo, dejó la ciencia para dedicarse de lleno a servir a su país desde la política. Ingresó a la Unión Democrática en 1989, al asistir con su padre a unos seminarios de ese partido y avanzó desde los primeros peldaños de la jerarquía partidista. Con cierto pragmatismo ha expresado que la política es la acción dinámica como en la física y se mide por los resultados. Se consolidó a tal punto su imagen pública en el país como firme defensora de los principios conservadores, que eso le permitió hacer alianza con los socialdemócratas sin abandonar ninguna de sus convicciones, en especial la de mantener y fortalecer a todo trance la democracia germana, lo mismo que promover esa misma ruta entre los miembros de la UE.

Se destacó en medio de las dificultades políticas internas de su nación  por evitar de manera sistemática los extremos, tanto de izquierda como de derecha. Sin embargo, no pudo evitar el resurgimiento de una extrema derecha en el Viejo Continente, como en el caso de Austria. El poderío de su partido, CDU, ha evitado que en  Alemania ello ocurra y gracias, precisamente, a que su liderazgo y habilidad es tan reconocida que pudo hacer alianza con otras fuerzas políticas.  

La situación política internacional actual ha derivado en nuevas pugnas, en especial por la confrontación entre Estados Unidos y China, las dos potencias rivales. En tales condiciones, el papel de Alemania dentro de la UE ha sido decisivo. Dicha Unión se ha convertido en uno de los mercados más ricos del mundo, aún con la actual crisis económica agravada por la pandemia. Para donde se incline Alemania se moverá la balanza del poder. Es así como vemos que la señora Merkel centra la relación con China en lo económico, lo mismo que con Rusia y terceros países no alineados con occidente. Para el canciller lo importante es preservar el mercado chino a la exportación de productos alemanes, como viene sucediendo sin interrupción. Por lo tanto, nadie encontrara en sus  intervenciones en Alemania observaciones hostiles a China, sino más bien la oportunidad de explorar nuevos avances económicos en medio de la disputa entre los asiáticos y los Estados Unidos.

Al otro lado del continente, el canciller alemán Merkel ha sido durante su largo predominio político una amiga firme y constante de Colombia, en especial en los temas de desarrollo, de ayuda tecnológica, solidaridad diplomática y la búsqueda de la paz entre nosotros.