Subdesarrollo y la U. La Gran Colombia | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Enero de 2023

No olvidemos que subdesarrollo es economía informal, tecnología obsoleta, altos índices de mortalidad infantil, desempleo y subempleo, explosión demográfica, insalubridad, desnutrición, analfabetismo, abundancia en tugurios.

Es en el subdesarrollo donde más prospera el populismo. El populismo siempre se ha considerado una “patología social”. El populismo es pan de hoy y hambre de mañana. El populismo es la antidemocracia. Se conecta con el “paternalismo”, lo que resulta funesto para la sociedad. Al pueblo no hay que darle comida gratis. A la comunidad hay que darle empleo digno y decoroso. Oportunidades. Escenario para que se supere, progrese y luche por su perfeccionamiento moral y material.

El gran desafío de la universidad es capacitar, adiestrar y formar de una manera integral a las nuevas generaciones.

En este sentido la Universidad La Gran Colombia, fundada por Julio César García, ha cumplido una función extraordinaria. Su principal característica es su hondo sentido social. Su rápido crecimiento en lo humorístico y en sus explicaciones se explica por la enorme acogida social. Su nivel académico es excepcional. Se educa al estudiante en principios y valores. Los docentes son de primera calidad.

Sus directivos, como su último rector Rafael Santos Calderón han sobresalido por su empuje, consagración y dinamismo.  Lo hace bien el rector M.T. Calderón, figura de sólido prestigio y quien a lo largo de su vida ha impactado profundamente al país por sus memorables realizaciones. Es creativo, audaz, de inmensa imaginación e incansable en su trabajo. Para Jaime Arias nada le ha sido fácil. Tercamente se ha empinado sobre su propia valía, prefiriendo siempre ser mentor y guía. Su testimonio vivo y directo constituye la mejor enseñanza pedagógica.

A este líder le espera el gran desafío de la cultura electrónica que ha sacudido al mundo hasta las raíces. Hoy vivimos en la época de oro del conocimiento. Antes la riqueza estaba constituida por los depósitos bancarios, los bienes raíces, o los títulos valores. Hoy el centro de gravedad es el conocimiento.

Endiosamos los privilegios y despreciamos las obligaciones. Todo el mundo pide, exige y reclama, pero nadie quiere someterse a una disciplina, al esfuerzo tenaz. Queremos que todo nos caiga del cielo. Vivimos en un ambiente permisivo, en que se prohíbe por prohibir. En Colombia existe asco por la ley.

Todo lo que vale ha sido mortificado. Las sociedades, como los ríos, si no las encausan, se desbordan, destrozan, arrasan. Al tren lo aseguran a los rieles. Todas las piezas van sujetas, mortificadas, obligadas. No hay un solo objeto de nuestro uso, en que no hayan tenido que mortificarse la materia desde que salió de la mina, del árbol, de la tierra, de la mina o del árbol, ha pasado por el embudo o por el fuego o por la sierra retorciéndose, maltratándose. Así el hombre, el profesional, el educador, el deportista.