La fisura rusa | El Nuevo Siglo
Martes, 10 de Enero de 2023

Yerra de nuevo el señor Putin, con más de ciento diez mil bajas en sus Fuerzas Armadas, al insistir en que no habrá cese al fuego en Ucrania si no se acepta la anexión de las zonas ocupadas parcialmente de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Kherson.  Incalculable el costo de la guerra e inocultable el fracaso del desplazamiento ordenado por el antiguo funcionario del servicio secreto de la KGB.    

El fracaso tendrá consecuencias a lo largo y ancho en la actual estructura del país más extenso del mundo que ocupa el equivalente a la novena parte de la tierra firme del planeta, que cambió el comunismo por la economía de mercado, con reconocimiento de la propiedad privada, en beneficio de grupos oligárquicos cercanos al Kremlin.              

La participación de la Unión Soviética fue decisiva para derrotar al nazismo hace ochenta años durante la segunda guerra mundial. El presidente Putin no convence con el discurso de desnazificar a Ucrania. Las Repúblicas integrantes de la Federación Rusa poseen particularidades culturares e históricas opuestas a conceptos por él expresados. Las derrotas militares rusas afectan a los habitantes de Mordovia, Chechenia, Cherkesia y Carelia, más allá de lo que supone el gobierno de Moscú. El respaldo nacional al cual aspiraba el mandatario no llegó.   

En los últimos meses la situación de empleo, vivienda y salud ha desmejorado en Rusia, el consumo disminuido, miles de personas lloran la desaparición de familiares, incluyendo a las afectadas por el golpe propinado recientemente a un numeroso contingente de reclutas.

Tras la Perestroika el mundo se asombró al saber que la Unión Soviética dejaba de existir, los analistas políticos de diferentes países concuerdan en manifestar preocupación por el futuro de la Federación Rusa y en que la situación es pésima para quien ordenó la operación militar especial. Fue el fallido intento de golpe de Estado contra Gorbachov, ocurrido entre el 19 y el 21 de abril de2091, el que aceleró el proceso de desintegración de la URSS, oficializado el 25 de diciembre de ese año.  

Al inicio de 2023 millones de seres pedimos el cese al fuego en Ucrania, Putin insiste en que no hay reversa. La testarudez sobrepasa la realidad, su anacrónico discurso golpea los cimientos de la organización administrativa de una potencia mundial.  Si bien los militares desempeñan funciones no inscritas en la Constitución Rusa son y seguirán siendo leales a lo consignado en ella, con independencia de la suerte que tenga su actual comandante en jefe, saben que de su proceder depende la unidad nacional pero el pueblo    continúa sin entender el objetivo de la invasión y disminuye la admiración por los comandantes de la guerra en Ucrania.

En Occidente, por motivos distintos se sugiere que Putin renuncie, en Rusia comienza a extenderse la misma solicitud, inquieta una fisura, el salto al vacío. La obstinación, además de afectar a Ucrania y al planeta, pone en peligro la subsistencia de la Federación Rusa. Vale la pena profundizar en el tema.