Otras dinámicas posibles (I) | El Nuevo Siglo
Sábado, 8 de Enero de 2022

La evolución no es un asunto individual: es de equipo.  Por ello, nuestra real importancia está en poner nuestra individualidad al servicio de todos.

Estas comprensiones las hemos ido alcanzando como humanidad gracias al cambio de paradigma que ocurre desde el siglo pasado, a partir de las ciencias de frontera: la física y la química cuánticas, así como la biología molecular.  Los universos subatómicos nos han permitido elaborar otras concepciones sobre el mundo y la vida, que nos sacan de la linealidad que por siglos ha imperado a la hora de dar respuesta a los problemas, grandes y pequeños.  Esa linealidad sigue presente, pero ya no es suficiente a la hora de explicar todo lo que sucede.  Descartes, Newton y Darwin continúan siendo referentes para la reafirmación de esa lógica lineal, pero los multiversos -complejos por naturaleza- precisan otras miradas, para que desde ellas construyamos nuevas interpretaciones que nos permitan vivir cada vez mejor.

Descartes privilegió la razón; no alcanzó a darse cuenta de la importancia de las emociones y los instintos, sin mencionar a la espiritualidad.  Newton observó la causa y el efecto, pero no alcanzó a darse cuenta de múltiples causas y múltiples efectos, todos interrelacionados y de retroalimentación mutua. Darwin teorizó sobre la evolución de las especies, recurriendo a la lógica de la competencia, en la que triunfa el más fuerte, pero no alcanzó a darse cuenta de que es la solidaridad lo que verdaderamente nos permite evolucionar, no la lucha. Sobre sus aproximaciones se ha seguido construyendo conocimiento. Es en esas nuevas apuestas científicas en donde encontramos las claves para evolucionar.

Descartes, Newton y Darwin, amén de muchos otros, dieron las bases para los statu quo que tenemos hoy: una economía en la que impera la ley del más fuerte, con un neoliberalismo a ultranza; un sistema de salud impositivo, que no permite que cada quien sea dueño de su cuerpo y sus procesos, sino que se pliegue a medicinas que no sanan pero sí perpetúan las enfermedades, pues ahí están las ganancias; una visión de competencia en la educación, los negocios, la moda, que hace que las relaciones sociales sigan girando en torno a la dominación por parte de unos pocos y a la obediencia de muchos, que no despiertan pues el sistema de entretenimiento cumple a la perfección su tarea de adoctrinamiento, que entra suavecito a través de noticieros, telenovelas, eventos deportivos y realities. Por supuesto, todo ello ha permeado las redes sociales, que siguen dentro de la caja de la linealidad.

Si de verdad queremos evolucionar como especie y darle otro rumbo al planeta, requerimos transformar las dinámicas. El cambio de paradigma es inminente, lo alcancemos a ver o no…

@edoxvargas