Manipulación de las redes sociales | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Enero de 2022

Como en muchos otros frentes vitales para la seguridad planetaria, Israel ha dado el primer paso.
En este caso, para frenar la irresponsabilidad de Google y otras redes sociales en la delicadísima materia de la seguridad.
Al vivir del desenfreno informativo, Google y otras plataformas manipulan la información, o la presentan a su antojo y acomodo, amparándose en un falso criterio de libertad de expresión.
En resumen, cooperan en la promoción del odio, la inseguridad y la inestabilidad, solazándose con la euforia y el paroxismo de los extremistas.
Amparando el fanatismo, la deshonra y la distorsión de la realidad, manipulan a su antojo la visión global sobre la reputación de las personas, instituciones sociales y fenómenos históricos y políticos.
Pero, por fin y en buena hora, Israel, como pionero, ha iniciado ya la tarea orientada a ponerle freno a semejantes despropósitos.
Despropósitos que, desde hace años, son la verdadera pandemia, madre de todas las pandemias.
Aunque la incitación y la instigación están penalizadas en varias legislaciones, lo cierto es que ahora las denuncias y gestiones legales llevarán a que, en cuestión de horas, toda esa basura que Google canaliza sea inmediatamente removida so pena de demoledoras sanciones.
De tal manera, quedan atrás, y para siempre, todos aquellos alegatos superfluos, falaces y artificiosos basados en que esos siniestros conglomerados “no son editores”, o que solo son bienhechores y robinhoodescos “estandartes de la libre opinión”.
Pero, además, y como si todo lo anterior fuera poco, muy pronto se echará a andar el Comité Especial de las Naciones Unidas para ponerles coto por doquier.
Y allí, a escala planetaria, no habrá tutía que valga.
Google y sus secuaces podrán ser muy poderosas, y lo seguirán siendo por un tiempo, pero ya pueden comenzar a morderse las uñas. 
La arbitrariedad, el despotismo mediático, el derecho al olvido -gestionado a su antojo-, así como el supremacismo informático e informativo ya están llegando a su fin.
Se les agota, pues, todo ese combustible, esa incorregible piromanía de las que ellos viven.
En síntesis, aunque por ahora solo suene a pensar con el deseo, digamos, en términos tumularios, “réquiem por Google”. 
En todo caso, réquiem.
vicentetorrijos.com