Arremetidas en Pakistán dejan por lo menos 125 muertos | El Nuevo Siglo
Viernes, 11 de Enero de 2013

Pakistán seguía el viernes bajo impacto tras haber vivido una de las jornadas más sangrientas de su convulsa historia reciente, con 125 muertos en una serie de atentados principalmente contra chiitas, a pocos meses de elecciones generales en este inestable país dotado del arma nuclear.

El ataque más devastador, fue un doble atentado en un club de billar repleto de gente en ciudad de Quetta, capital de Baluchistán, de mayoría chiita, que dejó 92 muertos y 121 heridos, indicaron las autoridades locales.

Este es uno de los ataques más graves contra esta comunidad musulmana. Se trata asimismo del ataque más mortífero desde el doble atentado suicida delante de un centro de entrenamiento de la policía en Shabqadar (noroeste) el 13 de mayo de 2011 en el que murieron 98 personas.

El atentado de Quetta contra la minoría chiita, de la que procede el 20% de la población total de Pakistán (180 millones de habitantes), fue reivindicado por los extremistas sunitas del Lashkar e Jhangvi (LeJ), principal grupo rebelde antichiíta del país.

Aliado a Al Qaida y a los talibanes paquistaníes, el LeJ estuvo implicado en el secuestro y el asesinato del periodista estadounidense Daniel Pearl, decapitado en enero de 2002.

Centenares de chiitas organizaron el viernes una sentada de protesta frente al local devastado por el atentado, y rehusaron enterrar a sus familiares muertos mientras el ejército no garantice la seguridad en la ciudad, en lugar de la policía o de los paramilitares, considerados ineficaces o corruptos.

El gobierno provincial de la región anunció tres días de duelo, pero sin convencer a los manifestantes que permanecían en la calle alrededor de una treintena de víctimas mortales colocadas en ataúdes.

Baluchistán, una de las regiones más pobres de Pakistán, es escenario habitual de violencia, principalmente contra la minoría chiita, o vinculada al conflicto entre las autoridades y una insurrección local.

Los rebeldes de Baluchistán se alzaron en 2004, reclamando una autonomía política y un mejor reparto de los beneficios obtenidos de los recursos mineros y de gas de la región.

Un primer atentado con explosivo se había producido poco antes también en Quetta, causando la muerte a 11 personas en un mercado muy concurrido.

Otro atentado se produjo también el jueves en el noroeste, en Mingora, capital del valle del Swat, donde una bomba colocada en la sede de un movimiento religioso dejó 22 muertos y mas de 80 heridos

La organización de defensa de Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) reaccionó el viernes condenando "la cobardía y la indiferencia de las autoridades" frente a las "matanzas" de chiitas, cada vez más frecuentemente víctimas de ataques en Pakistán en los dos últimos años.

Según HRW, 2012 fue el "año más sangriento" para esta minoría musulmana en la historia del país, con más de 400 muertos en ataques o atentados.

Francia condenó el viernes "con la mayor firmeza" los atentados del jueves y exhortó a las autoridades paquistaníes a que "hagan cesar las violencias religiosas" y a combatir los extremismos.

La negra jornada del jueves confirma el alza de la violencia observada en las últimas semanas en varias regiones de este país, una realidad inquietante a pocos meses de las elecciones generales previstas en la próxima primavera boreal.

Para el general retirado y analista político, Talat Masood, la multiplicación de atentados demuestra que "el gobierno pierde totalmente el control de la situación" y que en este contexto será "muy difícil organizar elecciones" a los plazos previstos.

Todo ello se produce además en un contexto de crecientes tensiones fronterizas en los últimos días entre Pakistán e India, dos potencias nucleares vecinas, en la disputada zona de Cachemira.

AFP