Un ataque de indígenas contra un clan rival en la Amazonía ecuatoriana dejó al menos 30 muertos, aseguró un dirigente del bando agresor, pero el gobierno dijo que no hay indicios del hecho y organizó una expedición para ubicar el sitio donde supuestamente habría ocurrido.
La agresión se saldó con "más de 30 muertos; hay niños también", declaró a la AFP el presidente de la Nacionalidad Waorani (NAWE), Cahuetipe Yeti, quien señaló haber recibido el reporte tras reunirse con algunos de los "atacantes" pertenecientes a su etnia.
Ese enfrentamiento se produjo en Yarentaro, un apartado caserío de la provincia de Orellana (este), adonde Yeti arribó el jueves con la gobernadora Rosario Cortez, según indicó el líder aborigen en un diálogo telefónico.
Un balance entregado el jueves a la AFP por el vicepresidente de la NAWE, Gilberto Nenquimo, dio cuenta de 18 fallecidos en el ataque del 29 de marzo pasado contra el pueblo taromenane, que vive en aislamiento voluntario.
Tras su visita a Yarentaro, Cortez manifestó que los waorani se comprometieron a cooperar para esclarecer el hecho, según un boletín de su despacho que no menciona cifras de muertos.
Los nativos incluso enviaron con la funcionaria una lanza de regalo al presidente Rafael Correa como símbolo "de paz y unidad entre el gobierno y la nacionalidad waorani", agregó el comunicado.
El mandatario no se ha pronunciado aún sobre las diferentes versiones de la supuesta masacre.
Sin embargo, este viernes la ministra encargada de Justicia, Carmen Simone, sostuvo que no hay evidencias de tal incursión luego de varios sobrevuelos de una comisión oficial.
"Lo que hemos determinado es la existencia de malocas (grandes chozas) en buen estado. No hay malocas en mal estado o incendiadas", expresó Simone a la prensa.
Los rastreos aéreos fueron suspendidos para dar paso este viernes a una expedición terrestre de funcionarios de esa cartera con el fin de localizar el sitio de la presunta matanza.
"La incursión se está realizando desde el día de hoy y se tiene previsto que se realice durante tres días. No es una tarea sencilla", comentó la ministra.
Simone confirmó que los waoranis tienen en su poder a dos niñas taromenane que habrían sido capturadas durante el ataque.
"Los pueblos waoranis acostumbran, cuando ocurren enfrentamientos, a tomar estas medidas (la captura de rivales) y nosotros somos muy respetuosos como Estado ecuatoriano de esa situación", aseveró.
La agresión se habría producido en venganza por el asesinato a lanzazos, presuntamente a manos de los taromenane, de un jefe waorani y su esposa el 5 de marzo cerca de Yarentaro.
AFP