Las calificaciones del snowboard slopestyle dieron el pistoletazo de salida deportivo a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, este jueves, la víspera de la ceremonia de apertura, en una jornada en que se lució el estadounidense Bode Miller.
El norteamericano realizó en Rosa Khutor el mejor tiempo del primero de los tres entrenamientos con vistas al descenso de los Juegos, programado para el domingo, confirmando su gran forma.
El británico Billy Morgan, de 24 años, especialista de snowboard, fue el primero en participar en estos Juegos de Invierno que terminan el 23 de febrero.
Billy Morgan protagonizó el bautizo de slopestyle, una nueva disciplina en el programa olímpico.
Rusia, por su parte, se puso primera provisional en la prueba por equipos de patinaje artístico.
Otra de las estrellas del evento, el equipo jamaicano de bobsleigh, descubrió este jueves la pista de la prueba.
Casi 3.000 atletas de más de 80 países deben tomar parte en las pruebas repartidas entre el sitio costero de Sochi y Rosa Khutor, en las montañas del Cáucaso ruso, en un evento con las mayores medidas de seguridad de la historia del evento y los más caros.
El secretismo es normal en las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos y Sochi no será una excepción, aunque se sabe que la ceremonia que este viernes estará protagonizada por la historia y cultura rusa y tendrá una fuerte carga política e ideológica.
Como en Londres-2012, el comité organizador guarda información sobre los 150 minutos de una ceremonia que se celebrará en el estadio de Fisht y a cuya conclusión los Juegos se darán oficialmente por iniciados.
No se sabe nada de quién encenderá el pebetero y cómo llegará la llama Olímpica al estadio de Fisht, tras su periplo de 65.000 kilómetros, que la llevó del espacio al fondo del lago Baikal.
"La ceremonia será una de las más impresionantes y más visuales de la historia", declaró el presidente del comité de organización de los Juegos, Dmitri Chernychenko.
La presencia de varias decenas de dirigentes de todo el mundo junto al presidente ruso, Vladimir Putin, durante los Juegos Olímpicos de Sochi pondrá sin embargo el acento en la ausencia de otros 'pesos pesados' de la escena internacional.
Más de cuarenta jefes de Estado y de gobierno se esperan en la ceremonia de inauguración del viernes, entre ellos el presidente ucraniano Viktor Yanukovich, que dejará su país en plena crisis política, y el número uno chino, Xi Jinping.
Sin embargo, otros dirigentes como los presidentes Barack Obama (Estados Unidos), François Hollande (Francia) y Joachim Gauck (Alemania) o el primer ministro británico David Cameron no participarán en la fiesta. Unas ausencias destacadas, consideradas como un signo de desaprobación ante la situación de los Derechos Humanos en Rusia.
El secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, invitó al mundo a elevarse "contra los ataques a los gays" en una intervención este jueves en la sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) en Sochi.
"Muchos deportistas profesionales gays y heterosexuales están contra los prejuicios. Debemos todos elevar nuestra voz contra los ataques a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o intersexuales", afirmó Ban Ki-moon en plena polémica por una ley rusa que castiga con multas y prisión la "propaganda" de la homosexualidad ante menores.
La ley, promulgada en junio pasado por el presidente ruso, Vladimir Putin, suscitó vivas críticas, sobre todo en Occidente.