El Giro de Italia arranca hoy de Nápoles (sur) con la promesa de un duelo apretado entre el británico Bradley Wiggins y el italiano Vincenzo Nibali, dos corredores muy distintos que aspiran a la victoria final el 25 de mayo en Brescia, y con 15 colombianos en acción, incluido un equipo nacional.
El británico es ante todo un rodador, mientras que el italiano es más escalador. Uno corre por tanto a la defensiva, mientras que el otro privilegiará el ataque, confiado en su temple. Entre un Wiggins calculador y un Nibali instintivo, el pulso se anuncia interesante en los 3.454 kilómetros de esta 96ª edición.
La reciente Vuelta al Trentino, en la que fue 5º, con una victoria en la contrarreloj por equipos, borró las dudas sobre un comienzo de temporada discreto.
Además dispone de un equipo todoterreno, sobre todo en la montaña, con los colombianos Sergio Luis Henao y Rigoberto Urán. Otra ventaja para él son las dos contrarrelojes individuales (75,4 km en total), en las que podría marcar una diferencia para luego defenderse con más margen en la alta montaña.
Nibali, un corredor completo y muy veloz en los descensos, ha llegado a la madurez a sus 28 años de edad. Este año se ha preparado en Tenerife, lo que se ve que le ha venido muy bien para ganar la Vuelta al Trentino, concluida el pasado 19 de abril.
El diario organizador, La Gazzetta dello Sport, amplió el abanico de pretendientes a la maglia rosa a otros cinco corredores. Dos de entre ellos ganaron las dos últimas ediciones, el italiano Michele Scarponi (en 2011, tras la descalificación por dopaje del español Alberto Contador) y el canadiense Ryder Hesjedal (2012).