La ONU acusó este martes al régimen de Bashar al Asad de haber negado la visa a tres observadores y de mantener armamento pesado en las ciudades de Siria, donde murieron 34 personas más en actos de violencia, según la oposición.
Las fuerzas de seguridad sirias siguen teniendo armas pesadas en las ciudades y tanto el gobierno como la oposición han cometido violaciones del alto el fuego, vigente desde el pasado 12 de abril, anunció el martes un alto funcionario de la ONU.
El jefe de las operaciones de mantenimiento de la paz, Herve Ladsous, dijo en rueda de prensa que hasta la fecha los países de la ONU sólo han ofrecido 150 de los 300 observadores previstos.
Los 24 observadores desarmados presentes ya en Siria vieron armas pesadas en las ciudades, añadió.
"En lo referente a las armas pesadas, nuestros observadores militares han visto cierta cantidad de vehículos blindados y de cañones Howitzer, además de otros equipos armados", declaró.
Las autoridades sirias han dicho a los observadores que los vehículos blindados han sido retirados pero no hemos podido verificarlo, añadió el diplomático.
Además del cese de las hostilidades, el plan del emisario internacional Kofi Annan prevé el regreso del ejército a los cuarteles, el derecho a manifestarse pacíficamente y la liberación de las personas detenidas en el marco de la revuelta popular.
Ladsous también puntualizó que Damasco había negado la visa a tres observadores, sin brindar las nacionalidades de los mismos.
Por otra parte, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, afirmó que 34 personas más murieron en actos de violencia este martes.
Al menos diez civiles, entre ellos nueve miembros de una misma familia, murieron en bombardeos de las tropas en la provincia de Idleb (noroeste), indicó el OSDH. La tragedia se produjo al alba, cuando un obús estalló en la casa, matando a nueve personas, entre ellas cuatro mujeres y dos niños, precisó la organización.
El régimen, que no reconoce la amplitud de la protesta, acusa a "bandas terroristas armadas" de sembrar el caos.
El gobierno sirio "enfrentará las acciones de las bandas armadas", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores Faisal Meqdad, al entrevistarse con el general noruego Robert Mood, jefe de la misión de la ONU en Siria.
Meqdad denunció una "escalada sin precedentes de esas bandas desde la llegada de los observadores" y exhortó a Mood a "investigar sobre las violaciones" del plan del emisario internacional Kofi Annan e informar con "precisión e imparcialidad a las Naciones Unidas".
Desde marzo de 2011, cuando comenzó la rebelión popular contra el régimen de Asad, la violencia provocó en Siria la muerte de más de 11.000 personas, según el OSDH.
AFP