Argentina y los fondos especulativos no llegaron a un acuerdo para una salida negociada en el litigio por la deuda soberana impaga del país y continuarán discutiendo el miércoles, anunció el martes por la noche el ministro de Economía Axel Kicillof tras un reunión en Nueva York a horas de un default.
"La reunión pasó a un cuarto intermedio hasta el día de mañana, todavía no sabemos la hora. Seguimos trabajando con toda la seriedad que tiene la cuestión", dijo Kicillof a la prensa en la puerta de las oficinas del mediador judicial Dan Pollack, tras un total de doce horas de negociación de la comitiva argentina.
Kicillof, que llegó por la tarde a Nueva York procedente de Caracas donde participaba junto a la presidenta Cristina Kirchner en la cumbre del Mercosur, indicó que no podía "decir más sobre los resultados". "Estamos trabajando fuerte", respondió el ministro consultado por la AFP sobre si la reunión había sido positiva.
El gobierno argentino tiene plazo hasta el miércoles a última hora para llegar a un acuerdo con los fondos especulativos, a los que califica de "buitres", y que obtuvieron una sentencia del juez federal estadounidense, Thomas Griesa, para cobrar 1.330 millones de dólares por bonos impagos de 2001.
Las negociaciones son llevadas adelante con la mediación del abogado Dan Pollack, nombrado por Griesa para hallar una vía de cumplimiento a su fallo, que obliga a Buenos Aires a pagar a los fondos al mismo tiempo que lo hace a los tenedores de deuda de los canjes de 2005 y 2010.
Argentina giró el 26 de junio pagos por 539 millones de dólares por esos bonos, pero el juez bloqueó ese dinero depositado en Nueva York, lo que provocaría el miércoles el default sobre deuda emitida bajo legislación norteamericana.
- Pedido de bonistas del canje -
Con el vencimiento a punto de expirar, un grupo de tenedores de esos títulos reestructurados de la deuda argentina pidieron a Griesa suspender hasta 2015 su sentencia para evitar un default y permitir una salida negociada en el caso.
"Los tenedores de bonos en euros pedimos de manera respetuosa que una suspensión de las órdenes es el mejor camino para que este tribunal promueva un acuerdo negociado en el caso y evite un default", indica el escrito.
"Este tribunal debe emitir una suspensión temporaria de las órdenes hasta el 1 de enero de 2015, luego de que expire la cláusula RUFO, o, de manera alternativa, por 90 días para que la República pueda obtener un exención de la cláusula", agrega el texto.
La cláusula RUFO impide a Argentina mejorar antes de esa fecha la oferta hecha a los acreedores que cambiaron sus bonos aceptando quitas de hasta el 70% del valor nominal de los títulos en default en 2001, so pena de tener que igualar los pagos.
La bolsa de Buenos Aires cerró con un alza de 6,53% en medio de los rumores de un posible acuerdo, apuntalados también por una información de la prensa argentina sobre el aporte de una garantía de 250 millones de dólares de banco privados del país para destrabar las negociaciones.
Argentina ha reiterado que restablecer la medida cautelar hasta fin de año abriría el camino a un acuerdo, al permitirle continuar cancelando pagos de la deuda reestructurada en canjes que fueron aceptados por el 92,4% de los tenedores de bonos.
- ¿Una señal favorable? -
El lunes Griesa autorizó al banco Citibank un pago de bonos argentinos reestructurados emitidos bajo legislación del país sudamericano, tras considerar por única vez que no podían ser incluidos en su sentencia.
Tras analizar la cuestión, y a pesar del pedido de los querellantes para frenar la transferencia, Griesa resolvió que por única vez Citibank podía efectuar ese pago que incluye bonos reestructurados en dólares bajo legislación nacional y otros emitidos como parte del acuerdo con la española Repsol por la estatización de la petrolera YPF.
"El tribunal no quiere afectar el acuerdo con Repsol", señaló Griesa, al responder a una "moción de aclaración" presentada por el banco estadounidense respecto a su filial argentina.
En medio de la pulseada con los fondos, el gobierno de Kirchner concretó el lunes el primer pago de 642 millones de dólares al Club de París como parte del acuerdo alcanzado en mayo con la entidad que reúne a acreedores.
Este sería el segundo default de Argentina en trece años, luego de que en 2001 el gobierno suspendiera el pago de 100.000 millones de dólares, equivalentes a 166% de su PIB. La diferencia es que en aquella oportunidad, fue el país el que declaró la moratoria.
"Argentina ha estado fuera de los mercados financieros por mucho tiempo y aunque el default siempre es lamentable no creemos que tenga mayores consecuencias sustantivas fuera" del país, estimó el martes la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
A pesar de que el gobierno argentino insiste en que el 30 de julio "no pasará nada" por tratarse de situaciones diferentes, los expertos vaticinan una serie de consecuencias negativas para la alicaída economía del país, entre ellas más devaluación e inflación, marginación de los mercados de capitales y recesión si hay default.
Según Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, habrá una "devaluación inevitable del peso", que ya sufrió una fuerte pérdida de su valor a principios de año; una recesión que podría pasar del 1 al 10% del PIB; y un aislamiento internacional de Argentina que acentuaría la falta de acceso del país a divisas extranjeras.