Argentina intentará trasladar a Buenos Aires el pago de su deuda soberana al 100% de los acreedores, incluidos fondos especulativos que litigaron en su contra en Estados Unidos y se oponen a esta iniciativa que califican de ilegal.
El proyecto fue enviado al Congreso donde el gobierno cuenta con mayoría.
El gobierno busca demostrar voluntad de pago y rechazar la moratoria (default) ante la imposibilidad de honrar su deuda en la ventanilla contratada en los acuerdos de canje con acreedores, el Bank of New York (BoNY).
"El cambio de sede de pago es para que Argentina pueda seguir pagando y los bonistas cobrando", dijo el ministro de Economía, Axcel Kicillof, en rueda de prensa, al explicar por qué se propone el aval del Parlamento para quitarle el poder de agente de pago al BoNY y reemplazarlo por una cuenta en un banco estatal en Buenos Aires.
La medida, que no obligaría a los bonistas, reabriría el canje y contempla depositar los pagos en una nueva cuenta en la capital argentina. Intenta abarcar al 93% de bonistas que adhirieron a los canjes de 2005 y 2010 e incluso al 7% que los rechazó.
El fondo especulativo Aurelius rechazó este plan al considerar que las autoridades argentinas "decidieron caer en la ilegalidad" con esta propuesta.
El último depósito en julio de 539 millones de dólares a favor de tenedores de bonos reestructurados fue bloqueado en el BoNY por orden del juez del distrito sur de Nueva York, Thomas Griesa, porque Argentina incumplió una sentencia que la obliga a abonar a fondos especulativos el 100% de una deuda de 1.330 millones de dólares.
A causa de que esos acreedores no pudieron cobrar el 30 de julio pasado en el BoNY, dos calificadoras de riesgo pusieron al país en la cateogría de "default selectivo".
De haber cumplido la sentencia, Argentina podría haber enfrentado juicios millonarios de los tenedores de bonos reestructurados.
"El fallo de Griesa es de imposible cumplimiento. La deuda que, ahora es manejable, se va a convertir en una de entre 150.000 y 500.000 millones de dólares" si se cumple la sentencia, sostuvo el ministro.
La explicación de semejante monto está en una cláusula de los contratos del canje según la cual si se mejora la oferta a un acreedor, el resto debe recibir el mismo trato.
Kicillof aclaró que "cada bonista puede buscar y solicitar otra sede de pago, otra solución", al bloqueo en Nueva York.
- Rechazo opositor y mercado temeroso -
Después de que la Bolsa de Buenos Aires abriera la jornada con baja de 1,1%, su índice líder Merval cerró con un alza marginal de 0,97%, a 8.929,57 puntos.
Mientras, la alta demanda de billetes estadounidenses en el mercado marginal disparó el precio del dólar a 13,55 pesos (13,15 el martes) y en la plaza oficial se depreció 0,45% para cerrar a 8,32 pesos por dólar.
Uno de los jefes de la oposición de derecha y presidenciable, Mauricio Macri, alcalde de la capital, anunció que su bloque votará en contra del proyecto, en tanto que la segunda fuerza legislativa, la socialdemócrata Unión Cívica Radical, aún no se había pronunciado.
Kicillof insistió que "no (se trata) de un cambio de jurisdicción".
Pero para el economista Nicolás Dujovne, director de la consultora homónima, sí lo es. "Es un cambio de jurisdicción" y "la situación no hace más que empeorar" el panorama por sus pocas probabilidades de éxito, dijo a la AFP.
En cualquier caso, según Dujovne, este proyecto es poco atractivo para una mayoría de los bonistas.
- Votar antes del 30 de septiembre -
El gobierno tiene mayoría en el Congreso y necesita que se apruebe la ley antes del 30 de septiembre cuando vence otro pago de la deuda por 200 millones de dólares.
"El 7% puede venir y cambiar esos bonos y si lo hace va a conseguir un 300% de ganancia. ¿Es poco para el señor (presidente de NML, Paul) Singer? Sí, porque es buitre y por eso no quiere negociar, pero le vamos a pagar", lanzó Kicillof. Argentina califica de "buitres" a los fondos que compraron la deuda en default.
Los pagos, según la propuesta oficial, se harían bajo las mismas condiciones del canje, que fijó quitas de capital de entre 45 y 75%.
"Probablemente esta sea la decisión más correcta. Esta puede ser la solución", dijo a radio Vorterix Tulio Zembo, representante de los bonistas italianos.
En medio de una brutal crisis económica e institucional, Argentina declaró en 2001 el mayor default contemporáneo por casi 100.000 millones de dólares, intereses incluidos.