La presidenta argentina, Cristina Kirchner, dijo este viernes que su gobierno no impulsará sanciones contra el nuevo gobierno de Paraguay, al inaugurar en la ciudad de Mendoza (oeste) al inaugurar la 43 cumbre del Mercosur, de la que fue excluida ese país.
"De ningún modo propiciaremos ni aceptaremos sanciones económicas contra Paraguay. Lo hacemos en nombre de los cientos de miles de paraguayos que viven en Argentina", dijo la mandataria al dejar inaugurada la cumbre, que estudia suspender del bloque al gobierno del nuevo presidente Federico Franco.
La mandataria anfitriona calificó de "parodia de juicio político" el proceso en el Senado paraguayo que destituyó a Fernando Lugo hace una semana e instaló a Franco en el poder.
Paraguay, que fue suspendido de la cita en Mendoza, es uno de los cuatro socios fundadores del bloque, junto a Argentina, Brasil y Uruguay.
Kirchner estimó que el encuentro del Mercosur será "una reunión histórica" al considerar que la región tiene planteado el desafío de "si somos capaces de seguir sosteniendo la legalidad y la legitimidad".
En su intervención ante otros seis jefes de Estado sudamericanos, Kirchner llamó a evitar que se instalen los llamados "golpes suaves, ya no los golpes militares que instalaron dictaduras, sino que bajo la pátina de cierta legalidad se llegue al resquebrajamiento del orden constitucional".
Admitió que la situación en Paraguay transformó la agenda de la cumbre en Mendoza, que también tiene previsto abordar asuntos comerciales.
Además de Kirchner, en la apertura de la cumbre participaban sus colegas Evo Morales (Bolivia), José Mujica (Uruguay), Dilma Rousseff (Brasil), Desiré Bouterse (Surinam), Sebastián Piñera (Chile) y Rafael Correa (Ecuador).
Una vez concluida la cumbre del Mercosur, que tras el discurso de Kirchner pasó a sesionar a puertas cerradas, se celebrará una cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) con presidentes y ministros de 11 de los 12 países de la región, también para abordar situación paraguaya.
AFP