El gobierno argentino lanzó un programa de estímulos a la producción de gas natural, con el objetivo de reducir las importaciones que este año alcanzarán los 5.500 millones de dólares.
"El objetivo es alcanzar el autoabastecimiento gasífero y energético que tuvo Argentina", dijo en rueda de prensa el ministro de Economía, Axel Kicillof, ante un centenar de empresarios, sindicalistas y funcionarios en la sede de la cartera.
Los incentivos a unas 50 empresas pequeñas y medianas del sector consistirán en subsidiarles el precio si aumentan su producción gasífera, modelo que ya se está aplicando con las grandes compañías, entre ellas la estatizada YPF, la francesa Total y la sino-argentina Panamerican Energy.
Las compras de gas natural de Bolivia y de gas natural licuado desde distintos destinos podrán totalizar a fin de año unos 5.500 millones de dólares, dijo a la AFP una fuente de la consultora Abeceb.com.
En cuanto al déficit energético global, que incluye petróleo y combustibles, a finales de 2013 podría alcanzar los 7.000 millones de dólares, según datos de la consultora Orlando Ferreres y Asociados ofrecidos a la AFP.
"El plan aplicado a las grandes empresas permitió un ahorro y sustitución de importaciones de 800 millones de dólares desde 2012. En el caso de las pequeñas y medianas (empresas) esperamos en lo inmediato un ahorro de 226 millones de dólares", afirmó Kicillof.
Argentina perdió en 2006 su autoabastecimiento energético y la producción de gas bajó de 52.000 millones de m3 anuales a 46.000 millones de m3 en 2011, tendencia a la baja que se mantuvo en 2012 y 2013, según el privado Instituto Argentino del Petróleo y el Gas.
"Esperamos llegar a 2017 con un incremento de 17% en la producción de gas", dijo en la conferencia el ministro de Planificación, Julio de Vido.
De Vido también señaló que "entre combustible, gas y energía eléctrica hoy Argentina consume un 60% más que en 2003" y que "la importación neta de energía es del 12% del consumo interno", a raíz del crecimiento de la economía, que fue del 7% anual hasta 2011.
El déficit de la balanza energética agrava la fuga de dólares que el gobierno está intentando frenar sin éxito, incluso con un cerrojo en el mercado de cambios que prohíbe la venta de divisas para ahorro./AFP