Argentina depositó más de 1.000 millones de dólares para honrar deuda que vence el lunes con acreedores que aceptaron una reestructuración, pero el pago está amenazado de embargo por fondos especulativos en Estados Unidos.
Poco después de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunciara en conferencia de prensa el pago, el juez estadounidense Thomas Griesa negó un pedido del gobierno argentino para dejar en suspenso la sentencia que obliga al país a pagar bonos en default desde el año 2001 en manos de fondos especulativos.
Desde el lunes Argentina pidió sin éxito al juez Griesa que reinstaurara una medida cautelar (stay) como una suerte de "paraguas legal" que permitiera abrir una negociación con los fondos litigantes sin riesgo de embargo sobre el dinero destinado al pago a acreedores que aceptaron canjear su deuda con importantes quitas en 2005 y 2010.
"La República Argentina, en cumplimiento del contrato con los tenedores que adhirieron al canje, ha procedido al pago de los servicios de capitales e intereses", dijo el ministro en la rueda de prensa.
El anuncio de este pago cuatro días antes del vencimiento y un día después de que Kicillof viajara a la ONU en Nueva York, fue interpretado como una "estrategia política para dejar la pelota del lado del juez" Griesa, dijeron analistas a la AFP.
Una fallo del juez Griesa ordenó a Buenos Aires pagar 1.330 millones de dólares a dos fondos especulativos y abrió la puerta al embargo de fondos del país.
"El pago realizado hoy supera los 1.000 millones de dólares", dijo Kicillof y agregó: "No pagar teniendo los recursos no está contemplado; nuestra convicción es cumplir con los bonistas".
Una parte del depósito fue hecho el jueves en cuentas del Bank New York Mellon, detalló el Ministerio de Economía en un comunicado.
Kicillof explicó que hicieron el pago este jueves porque el viernes hay un feriado bancario en Argentina, y el contrato estipula que tiene que hacerse el depósito el último día hábil antes del vencimiento, que es el lunes.
- ¿Al borde del default? -
Si Argentina no honra esta deuda el lunes podría caer en default.
Es imposible determinar por ahora "lo que sucederá en las próximas horas, hasta el lunes", dijo a la AFP Juan Pablo Ronderos, gerente de desarrollo de negocios de la consultora abeceb.com.
En todo caso, si no se llega a un acuerdo antes del lunes "vamos a ver un clima de mucha volatilidad en los mercados e incertidumbre", explicó Dante Sica, director de la misma consultora.
"Argentina tiene plazo hasta el 30 de julio para negociar y pagar y evitar caer oficialmente en default", dijo Sica en referencia al período de gracia del que dispone para pagar a los tenedores de deuda que aceptaron la reestructuración.
Esta semana la bolsa argentina y los bonos subieron y bajaron al ritmo de las filtraciones positivas o negativas de las reuniones que se realizan en Nueva York con abogados del país sudamericano y de los fondos demandantes.
El supervisor de estas discusiones nombrado por el juez, Daniel Pollack, dijo el miércoles que no revelarían ningún detalle sobre el avance de sus reuniones.
"El pago de Argentina y el rechazo de Griesa a la medida pedida por Argentina son situaciones que dejan el panorama muy incierto y es mejor no especular", indicó Ronderos.
Para los expertos, entre el jueves y el lunes todavía es posible que pasen cosas que sean determinantes y alejen el fantasma de la cesación de pagos.
- Transferencia de fondos y responsabilidad -
Kicillof leyó un comunicado del Gobierno en el que consideró que el pago del jueves constituye una "decisión soberana" de Argentina y que "implica advertir respecto de las consecuencias de sus actos a los Estados Unidos por la responsabilidad internacional que le cabe por las decisiones de su Poder Judicial".
"Parece que quieren que Griesa decida si el país entra en default o no", señaló a la AFP el economista Eduardo Blasco, de la consultora Maxinver.
Kicillof agregó que "no cabe la menor duda de la parcialidad del juez en favor de los fondos buitres ni de su verdadera intención: la de pretender llevar a la República Argentina al default para derribar la reestructuración 2005-2010 que alcanzó luego de largas negociaciones un consenso del 92,4%" de los acreedores.
Este caso inédito provocó una ola de solidaridad para Argentina y preocupación en las instituciones financieras internacionales como el FMI que teme que el capítulo argentino cree un mal precedente para futuras reestructuraciones de deuda.
Este jueves se pronunció también la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a favor de la creación de un mecanismo de control internacional para evitar conflictos de intereses por los defaults soberanos, a la luz del caso argentino.
Para la Cepal, la decisión de la Corte de EEUU "no sólo dificulta -quizá imposibilite- que Argentina continúe con el pago del servicio de su deuda reestructurada, sino que atenta contra la estabilidad del sistema financiero internacional.