Ayer fue archivado en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes el proyecto de ley que pretendía suprimir la Veeduría Distrital, creada mediante el Decreto-Ley 1421 de 1993, como órgano de control y vigilancia de la administración del Distrito Capital con autonomía administrativa y presupuestal.
El hundimiento de este Proyecto de Ley presentado el 24 de julio de 2012 por los Representantes Jorge Gonzalo Gutiérrez, Miguel Gómez Martínez y Efraín Antonio Torres Monsalve se suma a los cuatro intentos fallidos del legislativo de suprimir esta Entidad creada por el entonces Alcalde Jaime Castro.
La Veedora Adriana Córdoba señaló que la decisión de la Cámara de Representantes es un respaldo al rol del control preventivo ejercido por la Veeduría de Bogotá y un reconocimiento a la reingeniería de la entidad que se adelanta desde el 2012.
Sin embargo, Adriana Córdoba no dudó en señalar que la entidad está subdimensionada en relación con la misión estipulada en el Estatuto Orgánico de Bogotá, por lo que es necesario mayor fortalecimiento del equipo humano y mayor tecnología.
“La Veeduría debe prevenir riesgos y evitar daños que se conviertan en delitos. Esto implica velar por el cumplimiento de las disposiciones vigentes, la ejecución responsable de las políticas públicas y el comportamiento ético de los servidores públicos”.
Adriana Córdoba señaló que para el cumplimiento de la misión, la Veeduría dispone de un presupuesto de 10 mil millones de pesos y un equipo de 74 personas para hacer control preventivo en toda Bogotá. En contraste, organismos como la Contraloría Distrital tiene en promedio 1.000 personas haciendo control posterior sancionatorio y un presupuesto al año de 100 mil millones de pesos.
Frente a lo sucedido con el “Cartel de la Contratación” Adriana Córdoba señaló que es importante mirar en su conjunto el rol de todos los organismos de control. Precisó que la Veeduría Distrital realizó señalamientos puntuales entre el 2009 y el 2011 sobre la forma de ejecución de la fase III de Transmilenio.