Aquí, como siempre sacrifican al mensajero | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Febrero de 2012

 

El presidente Santos dijo en el Caguán que, según una encuesta de Planeación Nacional, una falencia de su gobierno ha sido no revelar adecuadamente los resultados de su administración, ya que la gente no sabe qué ha hecho y cuáles son los logros alcanzados hasta ahora.

Es conveniente que se den cuenta que gobernar no es comunicar y que lo primero que hay que hacer es gobernar, antes que estar armando shows en el escenario de cuanto episodio se presenta.

En la era Santos los árboles estorban tanto que no dejan ver el bosque. No hay que irse al Caguán para hacer un escándalo mediático, en vez de demostrar lo que se está haciendo para recuperar esa zona.

Asesor. Su consejero para las Comunicaciones Juan Mesa debería tener más en cuenta una estrategia que le permita no solo estar presente en actividades mediáticas del día a día sino también darle a conocer al pueblo colombiano esos “logros” de que habla Santos y que se opacan con su propia presencia.

Pruebas. Por ejemplo, no se entiende por qué acabaron en Palacio con la mayor agencia de noticias que tenía el país, que se manejaba desde la Secretaría de Prensa de la Presidencia, creada en el gobierno de Andrés Pastrana, montada por Otto Gutiérrez y Samuel Salazar, y sostenida en los dos mandatos uribistas por Ricardo Galán y César Mauricio Velásquez. A través de este formidable aparato de comunicaciones se publicaba todo lo inherente al Gobierno y no solo lo del Presidente, como tercamente se hace ahora desde la misma dependencia, y se le daba tratamiento especial a las ahora olvidadas y ninguneadas provincias que también hacen parte de la geografía nacional.

Necesidades. Para devolverle la dinámica y la eficiencia a la Secretaría de Prensa deben poner en marcha unas buenas campañas de divulgación, con énfasis en logros y resultados del Gobierno, sin que queden relegados, como ahora, a una simple urna de cristal en donde aparece sin ton ni son una joven modelo que parece promocionar un jabón de baño o un perfume.

Se requieren unas campañas ambiciosas y generosas en las que se pruebe que la Administración nacional sí está dándole solución a los problemas más acuciantes de los colombianos, sin que se circunscriba la cruzada a las portadas de Semana o a las entrevistas que el Presidente le ordena a su sobrino Alejandro Santos o empecinarse en mantener las páginas de El Tiempo como monitor constante, haciéndolo ver como el diario oficial y las imágenes exclusivas que se dispensan a la televisión para promover al “Santísimo”.

Una falta de consideración. Sería injusto con un hombre como Juan Mesa que quede ese tufillo en el ambiente, en donde se da a entender que el vocero de las comunicaciones no ha sabido interpretar la obra de Gobierno, que -como siempre- terminan sacrificando al mensajero haciendo llegar el mensaje a la opinión. Pero conociendo, además, las capacidades del secretario Jhon Jairo Ocampo, seguramente enderezarán el camino, pues aún tienen “tiempo”.