Por Álvaro E. Sánchez H. *
Especial para EL NUEVO SIGLO
Quién no ha soñado con cambiar algunas de las políticas públicas de nuestro país y quizá con aportar desde su área de experiencia a la mejora de las mismas; pues bien, yo no soy la excepción y he elucubrado frecuentemente sobre una mejora substancial en las políticas del área ambiental. Comparto aquí algunos aspectos que considero de importancia para el tema:
1. Modificación del origen y estructura de las CAR.Aún cuando desde el punto de vista puramente técnico, es claro que las corporaciones autónomas deberían ser entre siete y nueve; es igualmente claro que políticamente su desmonte es impopular y quizá de difícil manejo operativo; en consideración a lo expuesto, se pretendería modificar el origen mismo de los órganos de gobierno de las CAR para lograr un control del gobierno nacional basado en criterios técnicos; se pretendería entonces modificar los consejos directivos de las mismas para que en su conformación se consulten los criterios de los entes territoriales en la toma de decisiones pero se mantengan el criterio técnico y el interés nacional como fundamento de decisión.
En este orden de ideas, los consejos de dirección de las corporaciones deberían quedar conformados así:
A. 1 delegado del Presidente de la República (quien lo presidirá).
B. 2 delegados del Ministerio de Ambiente.
C. 1 delegado de Planeación Nacional (quién oficiará como secretario del consejo).
D. 1 delegado de los alcaldes de los territorios afectados por la CAR, elegido entre ellos.
E. 1 delegado de las Gobernaciones que se encuentren en la jurisdicción de la misma, elegido entre ellos.
F. 1 delegado de la entidad que se encargue de las auditorías ambientales a nivel nacional.
Los consejos de dirección deberían contar con dos asesores técnicos, sin voto, que demuestren estudios a nivel de maestría o superiores en temas ambientales y amplia experiencia exitosa en el área; éstos serán nombrados por el Minambiente y sus conceptos reposarían con las actas sin ser vinculantes.
El director de la CAR sería nombrado por el Presidente de la República de terna enviada por el consejo de dirección, después de evaluadas las hojas de vida y surtido el proceso interno de calificación objetiva.
Más reformas
En cuanto hace a la estructura de funcionamiento, las CAR tendrán un área principal de carácter técnico que se ocupará de dos aspectos; el seguimiento y control y el licenciamiento, y un área de planeación que se ocupará de la fijación de políticas ambientales y del cumplimiento de las mismas en su jurisdicción.
2. Modificación del esquema de licenciamiento ambiental.La actual ANLA adolece de tres problemas reconocidos; la falta de información primaria del país sobre la línea base ambiental, la ausencia de procesos eficientes de seguimiento y control, y una burocratización que permite las demoras en los procesos y que se podría convertir en foco de corrupción. Se propone, entonces, darle un giro a su estructura y obligaciones de manera que se convierta en el soporte de los procesos de licenciamiento que pasarían a ser función de las CAR.
La función prioritaria de la nueva ANLA sería la elaboración y actualización inmediata de la línea base ambiental del país y el cálculo de la capacidad de carga y la huella ambiental de las actividades que se realicen bajo el esquema de licenciamiento ambiental, apropiándose al mismo tiempo de funciones que de manera absurda están hoy en el IDEAM como, por ejemplo, el inventario regional de residuos peligrosos. De otra parte, tendría a su cargo un equipo técnico que sirviera para seguimiento adecuado de los PMA aprobados por las CAR y para implementar el sistema de auditorías minero-ambientales que garantizaría algo denominado internacionalmente como “minería verde”
3. Modificación de las funciones del Minambiente.Esta cartera debería entonces ser, tal y como lo estableció la ley 99/93, “el forjador de la política ambiental nacional” y dedicarse a ésta función y a la vigilancia técnico administrativa de las CAR, convirtiéndose en el apoyo fundamental que requieren las regiones para poder impulsar el desarrollo preservando el medio ambiente; de ésta manera se encargaría de generar la normatividad para el país en general, de vigilar que las CAR hagan estricto cumplimiento de las mismas y de que las actuaciones de ellas correspondan a criterios técnicos establecidos. Tendría también el control de los parques nacionales y sería segunda instancia en las licencias que para actividades específicas se desarrollen en ellos.
La estructura general del Minambiente debería adecuarse a su nueva función y en aras de impulsar una nueva visión ambiental del país, debería hacer énfasis en aspectos de educación y de preservación del patrimonio cultural y las tradiciones; esto lo convertiría en el interlocutor de las comunidades indígenas y las minorías étnicas, de manera que sea el ente de concertación y se elimine la consulta previa como hoy está constituida.
Otros cambios
4. Creación de la segunda instancia en litigios ambientales.Los desacuerdos que se presenten con las decisiones de las CAR en temas de su competencia, tendrán una segunda instancia en un tribunal de garantías ambientales, modelo existente en Chile y de muy buenos resultados; dicho tribunal, fallaría en derecho y con criterios técnico jurídicos y estaría conformado por cinco miembros así:
A. 1 Abogado con especialización en derecho ambiental, nombrado por el Presidente de la República.
B. 1 Abogado con especialización en derecho ambiental, nombrado por el Ministro de Ambiente.
C. 1 abogado con especialización en derecho ambiental, elegido entre los directores de CAR.
D. 1 profesional con maestría en gestión y/o gerencia y/o evaluación ambiental, nombrado por la nueva ANLA
E. 1 profesional con maestría en gestión y/o gerencia y/o evaluación ambiental, nombrado por el Minambiente.
5. Consolidación del patrimonio ambiental de la nación.Se propone utilizar la actualización de la línea base ambiental para determinar algunos ecosistemas de interés prioritario a nivel mundial, bien sea por su biodiversidad, por su generación hídrica, por su interés científico o por su interés turístico y crear micro distritos turísticos, científicos o de cualquier otro tipo, que sean fuente de ingreso para el país y permitan la financiación internacional para su conservación y manejo.
Dentro de éste tema se podrá incluir la creación del “Páramo de Sumapaz, patrimonio hídrico de la humanidad”, lo cual permitiría financiar la protección del sector correspondiente a las cuencas nacientes en ese páramo en donde tradicionalmente se han asentado grupos de delincuencia común y de guerrilla.
6. Planeación ambiental territorial.Por último se propone generar un esquema municipal que lleve a los municipios a proteger su territorio, obteniendo sellos verdes territoriales; esto está en ciudades con gran desarrollo como Hong Kong o Vancouver, pero también en pequeñas ciudades de Europa y Asia.
Es solo un sueño, y los sueños, sueños son…
* Director Maestría en "Gestión y evaluación ambiental"- Escuela de Ingenierías, Universidad Sergio Arboleda. alsanchez2006@yahoo.es @alvaro080255