A propósito de la Semana Santa, me ha parecido interesante hacer un recuento de las obligaciones, ya recordadas por su santidad Francisco, que tenemos los cristianos para con el medio ambiente; es común oír a algunos correligionarios hablar con displicencia y desconocimiento de estos temas y pareciera ser que no tenemos la perspectiva de Dios en los mismos, es decir que tendemos a no recordar que nosotros mismos somos parte de la creación y por lo tanto somos parte de esa naturaleza que atacamos a diario en forma inmisericorde y sin la cual sería imposible tratar de sobrevivir en el planeta.
A todos los creyentes nos suena familiar la historia de la creación y sabemos de memoria que Dios creo el mundo, como lo creo y en cuanto tiempo; pero desconocemos por qué Dios creo el mundo alrededor nuestro y como lo creo. El mejor referente sobre el tema será la biblia que es el libro sagrado de todos los cristianos y en el cual se encuentran un sinnúmero de referencias sobre el tema que incluso han dado origen a publicaciones como la “Green bible” que recogen muchísimas de estas menciones, entre las principales encontramos las siguientes: Colosenses 1:16-17 en donde se refleja el cuestionamiento sobre ¿Cuál fue el propósito de Dios en crear al mundo y a todo lo que en él hay?, Génesis 1en donde se responde a la pregunta sobre ¿De qué manera creo Dios el universo?, Job 38-39 en donde descubrimos como la creación es principalmente para nuestro uso y beneficio, Génesis 1:26-28 allí se encuentra la diferencia entre la obra creada inicialmente por Dios (naturaleza) y la creación del hombre y se explican las responsabilidades que da Dios a los seres humanos; y así podríamos completar una cifra de 14.675 referencias directas o indirectas a la naturaleza en el antiguo y el nuevo testamento.
De otra parte la conexión entre la tierra y el hombre es clara desde el concepto mismo de los términos hebreos utilizados, de la lectura del libro del Lea Génesis 2:4-9, 15 en donde podemos leer sobre el propósito de Dios para la creación del ser humano encontramos que la palabra varón es Adam y la palabra tierra es adamha, lo cual claramente muestra la conexión existente entre el ser humano y el mundo que habita; de otras lecturas como por ejemplo el salmo 24:1 se desprende que Dios ordenó gobernar y dominar la tierra y también que debería tratarla como obra del mismo Dios; a veces me cuestiono si vemos la tierra como obra de Dios ¿Por qué no la tratamos en consecuencia?
El problema real, que no es mero asunto retórico, es ¿Qué deberíamos y podríamos hacer para cumplir con la orden divina de cuidar la creación? Pues aunque suene increíble, en la misma biblia se fijan algunas premisas al respecto; recordemos que cuando Dios puso a su pueblo en la tierra prometida una tierra fértil y abundante de leche y miel, relata la biblia, Dios les bendijo con una tierra productiva, y les mandó que dejaran descansar la tierra cada siete años, dice en los libros de Éxodo 23:10-11 y Levítico 25:1-7 “Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha; mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar. Podemos recordar también que se lee en Deuteronomio 28 que cuando Dios le dio la ley a Moisés le advirtió que si desobedecían, los quitaría de esa tierra y que los hijos de Israel hicieron justamente eso y las tribus del Norte cayeron a Asiría Judá a Babilonia, en realidad, Dios designo el cautiverio de Babilonia por más de 70 años para dejar descansar la tierra por todos los años que Israel violó la ley Sabática según se lee en Levítico 26:33-35 y 2 Crónicas 36:17-21.
Ahora bien, esto no significa que el planeta tierra que nosotros habitamos sea o haya sido creado como un lugar permanente y muy seguramente las creencias cristianas no tienen que ver con los modernos movimientos ambientales y con el conservacionismo a ultranza, este está dedicado a la imposible labor de permitir el goce del planeta en forma eterna pero ese claramente no fue el plan inicial; la existencia del planeta es corta desde su concepción misma, ha existido por alrededor de cuatro mil cuatrocientos sesenta millones de años y existirá por algunos pocos miles de millones más, el hombre llegó a ella hace algo menos de 200.000 años y, según estudios científicos no durará más allá de 500 a mil años en los escenarios optimistas, luego dejará de ser habitada por humanos hasta su implosión final dentro de alrededor de 5.000 millones de años. Esto también está relatado en la biblia, baste leer en, 2 Pedro 3:7.
Pero es también importante saber que ninguna religión conocida plantea la tierra como un lugar eterno, tampoco hay estudios científicos que avalen dicha teoría y lo único que se puede concluir es que para unos y otros este es un lugar de paso y solo temporal, ¿Cuánto dure? Depende de nosotros mismos, es decir de una u otra forma somos la garantía de supervivencia de algunas de las generaciones venideras, ¿Cuántas? Depende de nuestro comportamiento y de la forma en que actuemos para con el planeta; de alguna manera incluso para los no creyentes, el fin del planeta en términos de habitabilidad humana depende de la manera como interactuemos con él y de nuestro comportamiento con la naturaleza; en esto acabamos coincidiendo creyentes y no creyentes, en lo que no coincidimos es en el comportamiento coherente con dicha teoría, pareciera que quisiéramos evitar a toda costa que las futuras generaciones disfrutaran este maravilloso lugar.
Que Dios ilumine nuestro comportamiento para con el planeta y que depare unas felices pascuas para todos ustedes.
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