El Banco Central brasileño debe elevar este miércoles la tasa de interés en medio punto a 13,75% al año, en una nueva batalla contra la inflación pese al deterioro de la actividad económica.
El Comité de Política Monetaria del organismo inicia su reunión este martes y debe anunciar su decisión el miércoles una vez que cierren los mercados.
"Hay consenso sobre un alza de 50 puntos base. Vemos que el Banco Central está siendo firme en relación al combate a la inflación", comentó a la AFP Juliano Ferreira, economista de la inversora ICAP en Sao Paulo.
"El Banco declaradamente quiere traer la inflación al centro de la meta en 2016, no sólo dentro de las bandas", añadió.
Brasil acumuló una inflación de 8,17% en doce meses en abril, muy por encima del centro de la meta de 4,5% y también superando el nivel máximo de tolerancia, de dos puntos más.
Pero además del alza de los precios, el gigante sudamericano también registra malos desempeños en la actividad: el PIB se contrajo 0,2% en el primer trimestre del año en relación a los tres meses precedentes, iniciando así su quinto año de magro o nulo crecimiento.
Para este año, el gobierno espera una caída de 1,2% del producto, una proyección incluso más negativa que la del FMI, que prevé una contracción de 1%.
Analistas y operadores consultados semanalmente en la encuesta Focus del Banco Central sobre proyecciones económicas también apuestan a un alza de 0,5 puntos porcentuales de la tasa Selic el miércoles.
- Nuevas alzas -
Según la encuesta Focus, los analistas elevaron asimismo su estimación para la tasa de interés a final de este año, dejándola en 14% contra un anterior 13,75%.
"El Banco Central está haciendo más restrictivas las condiciones financieras. La tasa de interés posiblemente llegará a 14% a fines de año", comentó Ferreira.
Pero según el analista también es posible que la tasa termine el año en 13,75% debido al deterioro de la actividad económica.
Brasil cerró 2014 con un muy modesto incremento de 0,1% en su Producto Interior Bruto (PIB). El país, además, arrastra otros problemas como déficit de sus cuentas públicas, estrechez de su balanza comercial, la caída de su moneda ante el dólar -que también presiona la inflación al encarecer las importaciones- y un aumento en la tasa de desempleo.
Este martes, el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística informó que la producción industrial cayó 1,2% en abril, su tercera baja consecutiva del año acumulando un retroceso de 6,3% en lo que va de 2015.
Sectores productivos han criticado que el Banco Central eleve las tasas de interés porque temen que el encarecimiento del crédito impida la recuperación económica.
Todo esto, además, en un año en que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff impulsa un severo reajuste fiscal para ordenar sus cuentas. Además de un recorte de unos 23.300 millones de dólares en el presupuesto para este año, el Ejecutivo impulsa medidas legislativas para ahorrar a través de la reducción de beneficios como seguros de desempleo o pensiones.
El Banco Central brasileño inició en agosto de 2011 un ciclo de expansión monetaria para fortalecer el consumo y el crédito, que llevó la tasa de interés a un mínimo histórico de 7,25% un año más tarde. En abril de 2013, sin embargo, dio marcha atrás e inició un ciclo de ajuste para frenar la aceleración de la inflación.