La exrehén de las Farc Ingrid Betancourt hizo un llamado a los colombianos a aprovechar la oportunidad de lograr un acuerdo de paz con esa guerrilla, al destacar que el actual mando central del grupo rebelde es la última generación "con motivación política".
"La actual generación de las FARC es la última con motivación política y por eso hay que negociar", dijo Betancourt en una entrevista este miércoles con la radioemisora colombiana RCN.
Betancourt fue secuestrada por las comunistas Farc en 2002, cuando hacía campaña como candidata presidencial por el partido ecologista Oxígeno verde.
La político colombiana, que también tiene nacionalidad francesa, fue liberada por el Ejército colombiano en 2008.
"Tenemos que ser muy pragmáticos. Es mejor un mal arreglo que un buen pleito y es mejor lograr una paz que seguir en la guerra", insistió Betancourt, al referirse a las eventuales concesiones que se hagan a la guerrilla.
"Todos los colombianos hemos sido víctimas del conflicto. Creo que a final de cuentas a uno le duele más la incomprensión de los suyos que la agresión del enemigo", aseveró.
El conflicto armado de Colombia es el más prolongado de América Latina, con casi 50 años, y el único que se mantiene activo.
Además de las FARC, en el conflicto han participado otras guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de derecha e incluso organizaciones de narcotraficantes, con saldo de cientos de miles de muertos.
Desde hace un año, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC llevan a cabo un diálogo de paz en La Habana y hasta ahora han consensuado dos temas: desarrollo rural y participación política de la guerrilla.
A partir del próximo 28 de noviembre deben abordar el tema de las drogas ilícitas, una de las principales fuentes de financiamiento de las FARC.
Sobre ello, Betancourt opinó que "este proceso de negociación no va a acabar con el narcotráfico en Colombia, eso es claro, (pero) el hecho de tener una paz negociada ya es un gran avance para desmontar el narcotráfico".
Finalmente, Betancourt, que desde su liberación reside fuera de Colombia, no descartó volver a la política activa, aunque precisó que todavía quiere dedicarse a su familia.
"Mi secuestro fue muy duro no sólo para mí sino para mi familia. Ellos sienten mucho temor de que yo pase mucho tiempo en Colombia. En este momento no puedo decir si lo haría o no porque mi prioridad es mi familia, pero también hay un compromiso con Colombia", dijo.