Los empresarios y el Estado tienen una oportunidad de mejorar sus indicadores de cumplimiento con el pago de sus acreencias en la divisa norteamericana, que hoy vale menos que hace un mes. Hay otros instrumentos para quienes contrataron a tasa fija

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La tasa de cambio en Colombia durante el presente año ha mostrado una tendencia a la baja a raíz del aumento en el precio de la cotización del petróleo que ha rondado los US$71, lo que ha hecho que el ingreso de divisas al país aumente.

Según el Gobierno por cada dólar que aumente el precio del crudo la economía colombiana recibe $350 mil millones.

El dólar en el mercado colombiano se encontraba el primero de enero en $2.984, tomó un leve impulso en los primero días hábiles del año para luego comenzar un camino hacia baja, tendencia que se confirmó el jueves cuando el cierre de la moneda norteamericana estuvo en los $2.783,13.

Esta situación mejora en parte las posibilidades de que quienes deuda en dólares, especialmente empresas aceleren los pagos de sus obligaciones para aprovechar los momentos de cotización a la baja.

Al haber una tasa de cambio baja en Colombia, obviamente las obligaciones que se tienen en la moneda extranjera disminuyen en un porcentaje su costo, sostuvo un experto.

Para el analista Luis Carlos Ramírez, el momento actual es bueno para “buscar financiación en otras monedas, es una oportunidad para los empresarios colombianos. Hoy en día la tasa Prime, tasa de interés más baja para préstamos ofrecida por los bancos a sus mejores clientes comerciales está en nivel bajo lo que hace atractivo salir a contratar recursos”.

Intercambios

El experto dijo que otra posibilidad que tiene quienes están endeudados en dólares es acudir a mecanismos como los Swaps que son mecanismos que pueden ayudar a quienes tienen compromisos financieros a tasas altas en dólares a buscar intercambios por tasas más competitivas.

El acuerdo del swap define las fechas en las que los flujos de dinero deben ser pagados y la forma en la que son calculados. Usualmente en el momento en que el contrato es iniciado, al menos una de las series de flujos de efectivo es determinada por una variable aleatoria o incierta como una tasa de interés, tasa de cambio, precio de productos básicos, etc.

Existen muchos tipos de swaps, pero los cinco más importantes son swaps de tasas de interés, swaps de monedas, swaps de créditos, swaps de productos básicos y swaps de acciones.

Swaps de tasas de interés: conocido en inglés como "plain vanilla interest rate swap", intercambia los intereses de un préstamo o depósito hipotético a tasa variable contra intereses a tasa fija.

Deuda

Los datos a septiembre de 2017 que manea el Banco de la República sobre la deuda externa del país, señala que las acreencia tanto pública como privada era de US$124.218 millones, lo que equivale al 39,9% del PIB, con un incremento de US$4.146 millones un 3,5% frente a diciembre de 2016.

“El problema de la deuda no es que siga aumentando como tal, sino que el PIB no ha repuntado. La economía nacional no crece a la velocidad de la deuda”, aseguró Ramírez.

El 87% de este saldo corresponde a créditos con vencimiento original mayor a un año y el 13% a créditos con vencimiento igual o menor a un año.

Por tipo de instrumento, el saldo de la deuda externa corresponde principalmente a préstamos y a títulos de deuda.

Hasta septiembre, el aumento en el saldo de US$4.146 millones se explica por el incremento del endeudamiento de largo y corto plazo en US$2.408 millones que equivale al 2,3% y US$1.738 millones 12,1% respectivamente.

Dentro del aumento del endeudamiento de corto plazo se destacan los desembolsos netos por US$1.278 millones correspondientes a préstamos entre empresas con relación de inversión.

Por sectores, el saldo de la deuda externa pública representa el 58% del total y la del sector privado el 42%.

El 14% de la deuda externa corresponde a préstamos entre empresas con relación de inversión directa.

En el acumulado de 2017 hasta septiembre, el saldo de la deuda de los sectores privado y público aumentó en US$2.854 millones, 5,9% y US$1.292 millones 1,8% respectivamente.

Hay que notar que gran parte de la deuda pública del país es originada por el alto gasto del Gobierno, lo que a juicio de los analistas hay que controlar para evitar desbordes en la regla fiscal y aumentar el déficit del país, explicó Ramírez.

Por lo anterior es importante que se busquen los mecanismos con los acreedores para lograr, si es posible realizar prepagos no solo de las obligaciones sino de los intereses aprovechando el precio bajo que tiene el dólar por estos días.

Igual ocurre con el sector privado, hay que buscar negociación con los prestamistas para ubicar acuerdos que los beneficien y bajen el monto de sus obligaciones

Beneficios de la revaluación

Para Ramírez la revaluación que vive el país así como perjudica al sector exportador, trae importantes beneficios a otras áreas de la economía.

El analista dijo que por ejemplo los importadores de maquinaria e insumos se vuelve ganan pues comprar en el exterior se hace más barato, se favorece la acumulación de capital de las empresas.

Esto quiere decir que empresas industriales, agrícolas, de transporte, entre otras, pueden adquirir los bienes importados a menor precio, obteniendo un beneficio de la baja en la tasa de cambio.

Por ejemplo, una empresa que produce ropa podrá comprar máquinas de coser más baratas, reduciendo sus costos o pudiendo invertir en más en equipos. Un campesino que necesita comprar un tractor también se vería beneficiado por un dólar barato porque puedo comprarlo pagando menos pesos.

Igualmente los comerciantes pueden importar artículos a menor precio y venderlos dentro del país. Como estos bienes cuestan menos pesos que antes (por tener un dólar bajo), los consumidores pueden comprar a precios más baratos y se incentivan a comprar más mercancía, beneficiando a los comerciantes.

Por ejemplo, la comercialización de carros se dinamiza cuando el dólar baja, porque los autos cuestan menos pesos y muchas más personas pueden comprarlos.