Con varias tareas por cumplir, Millonarios está en Barranquilla para enfrentar hoy a Junior en juego aplazado y que tiene un enorme significado para el local.
Los Tiburones se juegan hoy, si la lluvia lo permite porque existe la advertencia de que si llueve no se realiza la contienda, la posibilidad de mantener vivas las ilusiones de clasificar, pues matemáticamente todavía lo pueden lograr, pero una derrota los condenará a no participar de la fiesta de la liguilla.
Millonarios, a parte de la necesidad de sumar los tres puntos para acomodarse en la tabla de posiciones y cimentar sus esperanzas de clasificación, tiene la obligación de mejorar en todas su líneas y volver a ser ese equipo que ilusiona, que cautiva.
Los dirigidos por Diego Cocca jugaron un muy buen partido frente a Envigado, pero luego se han ido diluyendo, cometiendo errores propios de la era de Ricardo Lunari, pero con una salvedad y es que se les nota algo más de actitud.
Además el golero Vikonis volvió a sus días en que por partido comete un error y que resulta costoso, aunque al final los aficionados recuerden que atajó tres o cuatro pelotas que llevaban sello de gol.
En defensa, por aquello de que en el mediocampo no hay quien marque, se cometen muchos yerros y por ello Cocca optó por devolverle la titularidad a Cadavid, quien hará pareja con Franco, a la espera de hacerse más sólido.
Lo que no se vislumbra es solución para las falencias del sector medular en dónde no hay quién quite balones y Robayo jugo un buen partido como cabeza de área pero en los demás cotejos volvió a su desorden, con el agravante de que los que lo rodean, Rojas, Silva y Núñez, no le ayudan en la marca.
Arriba, Del Valle rinde pero Gutiérrez todavía no cumple la misión para la que lo trajeron y es hacer goles. Es cierto que marca, que abre espacios, pero poco inquieta a los rivales.
Si Millonarios quiere ganar debe mejorar mucho y trabajar como conjunto, como un todo para que la presión que quiere ejercer se consiga y no termine desgastando a las individualidades.
Junior, por su lado, busca salvar el semestre como hacen los malos estudiantes, en la recta final pero para ello deben ganarle a Millonarios, triunfar en los dos partidos del calendario que le quedan y vencer a Nacional. Si hace 12 puntos en estos cuatro cotejos, tendrá opción, de lo contrario, una derrota hoy lo dejará fuera de cualquier probabilidad.
Los Tiburones no vienen jugando bien y apenas su resultado anterior fue alentador, pero ello no significa que se haya dado por vencido.
Para salvar la temporada tiene dos posibilidades, una, clasificar y buscar el título en la Liga Águila, y dos, imponerse en la Copa Águila ante Nacional. Ninguna de las dos tareas, sobre el papel, parece posible, pero los milagros ocurren.
El partido está pactado para disputarse a partir de las 8:00 p. m., pero si llueve no se realizará. Win Sports tiene previsto presentarlo a los televidentes.