La trayectoria pública y profesional de una persona en no pocas ocasiones se convierte en su principal plataforma de defensa cuando su nombre o actuaciones son puestos en duda, sobre todo con argumentos subjetivos e interpretaciones erróneas o malintencionadas.

Prueba de ello es precisamente la figura de Antanas Mockus, a quien sus críticos quisieron enlodar alegando que había sido contratado para impulsar la gran Marcha por la Vida, programada para el próximo domingo.

Sin embargo, dadas las explicaciones del caso, la opinión pública terminó por no hacer eco alguno de unos  señalamientos que, claramente, se evidenció tenían móviles políticos.

Al final de cuentas, el excandidato presidencial y exalcalde no sólo salió avante de la polémica, sino que ha logrado gran apoyo y solidaridad para una movilización ciudadana que se basa en uno de sus más reconocidos postulados de vida y ejercicio político: “la vida es sagrada”. Enhorabuena.