Angelino se juega el todo o nada por la OIT | El Nuevo Siglo
Domingo, 27 de Mayo de 2012

Mañana, a las 10 de la mañana, hora de Ginebra, Suiza (3 de la madrugada, en Colombia), comenzarán las votaciones para escoger el reemplazo del chileno Juan Somavia, noveno director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien dejará el cargo del 20 de septiembre.

En octubre, el presidente Juan Manuel Santos anunció la postulación al cargo del vicepresidente Angelino Garzón, al contarle al país que le había pedido formalmente apoyo para esa aspiración al mandatario norteamericano Barack Obama.

De acuerdo con Santos, un cargo en ese órgano mundial es de suma importancia para Colombia: “Esta puede llegar a ser una de las posiciones más importantes de la ONU y es tal vez la más importante después de la Secretaría General”.

“Quiero expresar que es para mí un honor la postulación que ha hecho el presidente Juan Manuel Santos Calderón de mí nombre en el proceso largo y complejo de la elección del nuevo director de la Organización Internacional del Trabajo. Sólo tengo palabras de agradecimiento por este gesto de confianza y gran generosidad, que quedará grabado en mi mente y mi corazón por toda la vida”, aseguró el vicepresidente Garzón a través de un comunicado.

En el Palacio de San Carlos le contaron a EL NUEVO SIGLO que la historia de esta candidatura comenzó con una llamada de Alicia Arango, embajadora colombiana ante la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, a la canciller María Ángela Holguín para contarle que por lo menos cuatro diplomáticos de alto nivel y en cuatro charlas informales independientes le habían comentado que el vicepresidente Garzón podía ser un buen candidato a la Dirección General de la OIT.

La Ministra le comentó el tema al Vicepresidente quien se sorprendió con él. Holguín le habría preguntado “¿le interesa?” para saber qué le iba a decir al presidente Santos. Garzón se le habría quedado mirando un par de segundos antes de responderle: “Sí”.

Cuando la canciller Holguín se lo expuso a Santos, el gobernante se entusiasmó mucho y se convirtió en el principal impulsor de la candidatura.

El vicepresidente Garzón, paradójicamente con su pasado sindical y su amistad con el favorito en la elección (ver recuadro), se convirtió en el candidato de los gobiernos ya que la OIT es tripartita (las otras dos partes son los empleadores y los sindicatos). Las organizaciones obreras se han opuesto a su designación, incluyendo varias de Colombia empezando por la mayor de todas la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), entre otras cosas porque los empleados ya tienen su candidato.

Para afianzar su candidatura, Garzón comenzó un recorrido por todo el mundo, hablando con los gobiernos pero tratando de lograr algún beneplácito también entre trabajadores y empresarios.

Como se recordará, el Gobierno le dio tal prioridad a la candidatura de Garzón, que decidió no promover en ningún sentido la del exministro José Antonio Ocampo a la presidencia del Banco Mundial, por lo que el economista decidió renunciar a su aspiración.

Ciertamente la campaña no la adelantó Garzón en solitario. En primer lugar, como principal promotor, el presidente Santos logró alinear a sus colegas del continente. De ahí para abajo, todo el gabinete, entre quienes podrían destacarse la canciller Holguín y el ministro del Trabajo, Rafael Pardo, quienes en particular debieron enfrentar la presión de los sindicatos norteamericanos para que el gobierno demócrata de Obama no respaldara a Garzón.

“Nosotros les trasmitimos nuestra posición sobre la candidatura. Ellos ya tienen la información y tomarán una decisión. Y tienen el nombre del Vicepresidente en alta estima”, sostuvo el ministro Pardo hace unos meses durante una charla en el Diálogo Interamericano, en Washington.

En ese momento, Pardo aclaró que Estados Unidos aún no había decidido si lo apoyaría mañana.

“Y esto ya es mío”, anotó, pero fuera del expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, “la persona que más, digamos, importante hoja de vida tiene en términos sindicales, laborales y políticos es el vicepresidente Garzón”.

La canciller Holguín dijo la semana pasada, ante la Comisión Segunda del Senado, que “este es un importante cargo para Colombia”.

“Independiente de voces en contra que se han dado en el país, este es realmente uno de los logros más grandes que podamos tener para resaltar a Colombia”, insistió.

“Si logramos la elección del Vicepresidente eso también va a ser una mejoría para el mundo sindical en Colombia”, reiteró.

“Creemos que hoy tenemos la autoridad moral para ocupar cargos de cualquier organismo internacional, declaró el propio Garzón en rueda de prensa en Washington.

 

 

Renunciaría a la Vicepresidencia

 

Mientras duró el debate acerca de si debía o no renunciar a su cargo, el vicepresidente Garzón guardó prudente silencio, limitándose a decir que en tanto que solo fuera candidato no era necesario renunciar.

Hace pocas semanas, cuando las posibilidades de alcanzar la Dirección General de la OIT dejaron de ser remotas aspiraciones para convertirse en difíciles pero alcanzables realidades, Garzón anunció que desde el comienzo de esta aventura, acordó con el presidente Santos renunciar a la Vicepresidencia si mañana salía elegido en Ginebra.

Una vez eso se concrete, solo habrá que aplicar la Constitución:

ARTICULO 205. En caso de falta absoluta del Vicepresidente, el Congreso se reunirá por derecho propio, o por convocatoria del Presidente de la República, a fin de elegir a quien haya de remplazarlo para el resto del período. Son faltas absolutas del Vicepresidente: su muerte, su renuncia aceptada y la incapacidad física permanente reconocida por el Congreso

 

Otros candidatos

 

Angelino Garzón - candidatura presentada por el Gobierno de la República de Colombia (recibida el 28 de febrero de 2012).

Gilles de Robien - candidatura presentada por el Gobierno de Francia (recibida el 20 de febrero de 2012).

Ad Melkert - candidatura presentada por el Gobierno de los Países Bajos (recibida el 7 de marzo de 2012).

Jomo Kwame Sundaram - candidatura presentada por el Gobierno de Malasia (recibida el 7 de marzo de 2012).

Ibrahim Assane Mayaki - candidatura presentada por el Gobierno de Níger (recibida el 7 de marzo de 2012).

Assane Diop - candidatura presentada por el Gobierno de Senegal (recibida el 8 de marzo de 2012).

Mona Sahlin - candidatura presentada por el Gobierno de Suecia (recibida el 8 de marzo de 2012).

Guy Ryder - candidatura presentada por Michael Sommer y Luc Cortebeeck, miembros trabajadores del Consejo de Administración (recibida el 8 de marzo de 2012).

Charles Dan - candidatura presentada por el Gobierno de Benín (recibida el 8 de marzo de 2012).

 

 

Declaración de intenciones

 

El 30 de marzo el vicepresidente Garzón presentó ante el Consejo de Administración de la OIT su declaración de intenciones.

En primer lugar, puso a consideración de sus posibles electores un decálogo de principios rectores de su ejercicio como eventual Director General.

En resumen son:

1. Defender, promover y desarrollar el carácter tripartito de la OIT.

2. Reforzar el seguimiento al desarrollo de los convenios, recomendaciones y demás mandatos emanados de los órganos de la OIT.

3. Fomentar el diálogo social, la cooperación y el trabajo permanente con los gobiernos, empleadores, trabajadores y otros actores sociales.

4. Afianzar la coordinación interinstitucional y la articulación de esfuerzos entre los diversos programas de la OIT.

5. Impulsar, promover y difundir experiencias laborales relacionadas con el fortalecimiento del trabajo decente, con la erradicación del trabajo infantil, con la apertura de mayores oportunidades de trabajo para los jóvenes, las mujeres y con la consolidación de una cultura de no discriminación en el mundo del trabajo.

6. Estimular el diálogo, la cooperación y el trabajo interinstitucional con otros organismos y agencias del Sistema de Naciones Unidas, con las organizaciones regionales y otros espacios de encuentro.

7. Contribuir al fortalecimiento de la concepción de que en el mundo de hoy no solamente se han globalizado los negocios, el comercio, las telecomunicaciones y el capital financiero entre otros, sino que también se han globalizado los derechos humanos.

8. Fortalecer las prácticas de buen gobierno a través de la administración responsable, eficaz y transparente de los recursos humanos, financieros y logísticos de la OIT.

9. Consolidar la cultura de que los funcionarios y funcionarias de la OIT están al servicio del diálogo social, del entendimiento y de la cooperación entre los actores sociales que la conforman.

10. Cero tolerancia con la violencia, la corrupción y la impunidad, o con cualquier práctica violatoria de los derechos humanos y de la dignidad de los trabajadores, de los empleadores y demás sectores de la población.

Para Garzón, la OIT expresada en esos diez puntos es la “que los diversos actores sociales del mundo del trabajo y millones de seres humanos nos están reclamando para responder a los desafíos del siglo XXI, entre ellos los relacionados con las crisis financieras internacionales, con la existencia o surgimiento de empresas más productivas, competitivas y sostenibles, con el fortalecimiento del empleo decente, con el estimulo al empleo juvenil y para las mujeres, con el conocimiento, la innovación, la ciencia y la tecnología, la equidad social, la no-discriminación y por el derecho a vivir en bienestar y en paz”.

“Valorando altamente las calidades éticas y profesionales de cada uno de los candidatos y candidatas que aspiren a la Dirección General de la OIT”, dijo el Vicepresidente, “considero que por mi experiencia sindical, por mi trabajo a nivel gubernamental tanto en el ámbito nacional como internacional, lo mismo que por las labores que he desempeñado en el sector empresarial, en organizaciones defensoras de Derechos Humanos y en organismos internacionales, a esta altura de mi vida estoy en plena capacidad de asumir dicha responsabilidad que aspiro sea el resultado de un acuerdo entre los representantes de los empleadores, de los trabajadores y los gobiernos”.

 

 

La elección

 

De acuerdo con la información suministrada por la OIT, el elegido debe reunir los votos de más de la mitad de los miembros del Consejo de Administración con derecho de voto.

Ese Consejo, órgano ejecutivo de la OIT, está compuesto por 56 miembros titulares (28 Gobiernos, 14 Empleadores y 14 Trabajadores) y por 66 miembros adjuntos (28 Gobiernos, 19 Empleadores y 19 Trabajadores).

Diez de los puestos gubernamentales quedan reservados a los miembros de mayor importancia industrial (Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Reino Unido y Federación de Rusia). Los demás miembros gubernamentales son elegidos por la Conferencia cada tres años (las últimas elecciones se celebraron en junio de 2008). Los miembros empleadores y trabajadores son elegidos en su capacidad individual.

Mañana se efectuarán cuantas rondas de votación sean necesarias para determinar cuál de los candidatos obtiene la mayoría exigida.

Al término de cada ronda de votación, se eliminará al candidato que haya obtenido el menor número de votos. Si dos o más candidatos reciben simultáneamente el menor número de votos, serán eliminadas conjuntamente.

Si en la votación para dirimir las dos últimas candidaturas restantes éstas reciben igual número de votos y una nueva votación tampoco otorga la mayoría a una de ellas, o si queda sólo una candidatura, pero ésta no obtiene la mayoría exigida al cabo de un nuevo escrutinio tras someterse dicha candidatura al Consejo de Administración para una votación final, el Consejo podrá posponer la elección y fijar libremente un nuevo plazo para la presentación de candidaturas.

 

 

El principal contendor

 

El favorito para quedarse con el cargo es Guy Ryder, director general adjunto de la OIT y amigo personal del vicepresidente Garzón.

Ryder, sindicalista británico nació en Liverpool el 3 de enero de 1956, fue secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI) de noviembre de 2006 hasta junio de 2010.

La CSI anunció el 1 de febrero su apoyo a la candidatura de Ryder.

“El mundo se enfrenta a la mayor crisis del empleo desde los años 1930, y el papel de la OIT en la arena internacional resulta absolutamente crucial. Guy Ryder cuenta con todas las cualidades y la experiencia necesarias para liderar la OIT, asegurándose de que el trabajo decente y la justicia social figuren como elementos centrales de la respuesta global,” indicó la actual secretaria general Sharan Burrow.

“Su experiencia en la OIT, su compromiso hacia sus valores, el conocimiento respecto al papel y el contenido de las normas del trabajo, el sistema de supervisión, las instituciones del mercado laboral, el diálogo social y las políticas de empleo, hacen de él el candidato ideal en cuanto al mérito”.

Antes de ocupar su actual puesto, la experiencia de Ryder en la OIT incluye haber trabajado como Director de la Oficina de Actividades para los Trabajadores y como Director de la Oficina del Director General.

El 18 de abril, Ryder estuvo en Foz de Iguazú, Brasil, en el II Congreso de la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), y dijo que “en un mundo donde el discurso político está atado de manos, América lucha por los valores esenciales de justicia social y plantea alternativas políticas para salir de la crisis”.

Dado que Europa “no ha generado nuevos paradigmas sino políticas que ponen en peligro las conquistas sociales de más de un siglo”, Ryder declarí que “necesitamos alternativas y vienen de las Américas porque el movimiento sindical evolucionó y tiene la capacidad de defender sus principios”.