El proyecto de acuerdo de cobros por congestión, que no pasó en el Concejo de Bogotá, se volverá a radicar argumentando que la medida puede contribuir a reducir los niveles de ocupación vial que actualmente se presentan en la capital del país.
Para sustentar el impacto de los cobros por congestión la Administración tiene estudios adelantados por los técnicos especializados de la Secretaría de Movilidad y realizados por la firma Steer Davies Gleave-Posse Herrera Ruiz-Akiris.
El objetivo principal del cobro por congestión en Bogotá es la reducción de los tiempos de viaje en la ciudad, medida que se puede adoptar ya que los tiempos de viaje son muy largos en las horas pico debido al alto tráfico que se ha ido extendiendo en el tiempo en los últimos años. Es natural que con los aumentos esperados del número de automóviles en la ciudad la congestión y estas demoras sigan aumentando.
Teniendo en cuenta la importancia de tomar medidas a corto, mediano y largo plazo para mejorar la movilidad en la ciudad, se presentó el proyecto al Concejo de Bogotá para adoptar la tasa por uso y darle vía libre como una de las medidas que contribuirán al mejoramiento de la movilidad de la ciudad.
El cobro por congestión aspira a controlar esta tendencia mediante la internalización de las externalidades de congestión, es decir, el costo marginal social de viajar en carros en distintas vialidades de la ciudad. La forma ideal de internalizar este costo es cobrar en cada tramo una tarifa que corresponda al costo marginal social, el que variará en el tiempo con los flujos correspondientes, con el propósito de reducir la congestión en algunos sectores de la ciudad y no el recaudo de dinero.
Resulta que en 2012, Bogotá fue beneficiaria del Acuerdo de Entendimiento firmado entre el Gobierno Nacional y el Gobierno de Singapur para el desarrollo del artículo 90 de la Ley 1450 de 2010. Dentro del marco de este Acuerdo la Secretaría Distrital de Movilidad, el Ministerio de Transporte y las firmas CPG y CSE de Singapur realizaron una aproximación conceptual del Proyecto de Cobros por Congestión para Bogotá, lo cual permitió tener un documento preliminar de análisis sobre las medidas de administración de demanda de transporte en la ciudad y las posibilidades de implantar una medida como la de los cobros por congestión en la ciudad.
Para Juan Pablo Bocarejo, director del proyecto, el estudio adelantado por el consultor es “excelente” ya que uno de los asesores internacionales afirmó “que él había visto pocos estudios tan completos y serios sobre la problemática de los cobros por congestión en el mundo”. Según Bocarejo, es muy satisfactorio tener unos estudios técnicos de tan buena calidad.
Igualmente el director del proyecto aseveró que la medida de cobros por congestión es muy importante. “Nosotros terminamos subsidiando el automóvil”, explicó, anotando que “es el modo de transporte más ineficiente que tenemos”. Según él, “las personas que deciden utilizar el automóvil en las zonas congestionadas están haciendo perder dinero a la ciudad en términos de productividad”.
Lo bueno y positivo de esta medida es que cierto número de automovilistas se bajen del carro porque es más costoso utilizarlo, afirmó Bocarejo.
El 11 de diciembre, el Ministerio de Transporte expidió el Decreto 2883 de 2013 por medio del cual reglamentó los requisitos, condiciones y demás aspectos relevantes para la definición, implementación, modificación o derogación de áreas de alta congestión, de alta contaminación, o de infraestructura construida o mejorada para evitar congestión urbana.
Este estudio es un requisito indispensable para iniciar el trámite ante el Ministerio, según el decreto, trámite que ya fue iniciado por parte de la Secretaría de Movilidad, como consta en acta del día 2 de abril, cuando se le presentaron al Gobierno nacional los estudios elaborados sobre cobros por congestión.