La iniciativa apoyada por el Gobierno del Presidente Santos para ampliar el fuero militar, es la principal preocupación de la organización Human Rights Watch.
"No entendemos el afán del actual gobierno por producir un retroceso que es perfectamente evitable en una materia que es central para la vigencia de los derechos humanos en Colombia", dijo José Miguel Vivanco en rueda de prensa en Washington, un día después de que HRW divulgara su informe mundial.
"Lo más delicado que hemos podido registrar este año durante el gobierno de Santos es la reforma" de la justicia militar, señaló.
Ampliar el fuero militar "favorece la impunidad", toda vez que "es conocido el récord de la jurisdicción militar en Colombia, que se ha caracterizado por encubrir, por manipular evidencias", sostuvo Vivanco.
El proyecto al que se refiere, en trámite en el Congreso, contempla incrementar el alcance de la justicia penal militar para que reciba en primera instancia las investigaciones sobre delitos de los uniformados en actos de servicio.
"Ojalá que el gobierno de Santos retire el proyecto", dijo Vivanco. Estimó que el apoyo del gobierno puede deberse a "presión interna".
"Me imagino particularmente (que) de las fuerzas armadas y especialmente de las organizaciones de exmilitares que tienen una voz muy fuerte", aseveró.
El director de HRW para las Américas destacó que una ampliación del fuero militar iría en contra de las condiciones acordadas por Bogotá y Washington para que Colombia reciba la ayuda estadounidense en la lucha contra el narcotráfico y los grupos irregulares.
Vivanco dijo que abordará este tema en una reunión que sostendrá esta semana con representantes del Departamento de Estado norteamericano.
En el capítulo sobre Colombia, el informe de HRW lamentó que ese país registre la mayor cantidad de asesinatos de sindicalistas en el mundo, así como que tenga múltiples desafíos relativos a los derechos humanos, como abusos contra la población civil de las guerrillas izquierdistas y grupos sucesores de los paramilitares.
Vivanco destacó un cambio de tono y una "apertura" y "receptividad muy distinta" del gobierno de Santos en comparación con su antecesor, Álvaro Uribe, pero lamentó que "la realidad no ha cambiado mucho con respecto al récord" en derechos humanos.
AFP