A pesar de las tensiones que había generado el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez, la cumbre de la Celac fue abierta por el presidente de Cuba, Raúl Castro, con un homenaje a éste, críticas a Estados Unidos y con la mira puesta a convertir a América Latina y el Caribe en una zona de paz.
Las sesiones comenzaron el sábado y con las respectivas reuniones previas de los 33 cancilleres de igual número de países participantes y ayer se hicieron presentes para la inauguración la mayoría de mandatarios.
Anoche se hizo presente el jefe de Estado colombiano, Juan Manuel Santos, quien sostendrá reuniones bilaterales con siete colegas y hoy la harán los chilenos Sebastián Piñera -saliente- y Michelle Bachelet –entrante-.
La decisión de homenajear a Chávez, generó un ambiente tenso desde el primer momento y hasta produjo un intercambio entre Cuba y Panamá. Sin embargo, el plenario consensuó una nueva versión del párrafo sobre Chávez, fallecido el 5 de marzo en Caracas luego de una larga lucha contra el cáncer, que fue un gran amigo y aliado del gobierno comunista cubano.
Luego, los coordinadores acogieron una propuesta cubana de declarar a América Latina y el Caribe como zona de paz, lo que será oficializado hoy en la declaración final que emitirán los presidentes de los países asistentes a la cumbre, y en la que también están como invitados los secretarios generales de la ONU, Ban Kin-moon y de la OEA, José Miguel Insulza.
“El hecho -de declarar a América Latina y el Caribe como zona de paz- constituye un hito para la región”, dijo el vicecanciller cubano Abelardo Moreno.
“Se destierra para siempre la amenaza y el uso de la fuerza en nuestra región”, agregó.
“La declaración de una Zona de Paz compromete a los estados miembros del bloque al respeto de los principios y normas del derecho internacional y a la solución pacífica de controversias”, se dijo.
Igualmente los 33 países se comprometen “estrictamente con su obligación de no intervenir en los asuntos internos de cualquier otro Estado”.
El inicio
El presidente de Cuba, Raúl Castro, abrió la cumbre de la Celac en La Habana con críticas a Estados Unidos y un minuto de silencio por el fallecido Hugo Chávez, el impulsor del bloque.
Este cónclave de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) -que excluye a Estados Unidos y Canadá- enviará una señal contra la política de Washington de aislar a la isla, y servirá además para que los gobernantes de Perú y Chile se vean las caras tras un histórico fallo sobre límites marítimos, que favoreció a Lima.
Castro fustigó fuertemente en su discurso a Estados Unidos, por su programa global de espionaje de telecomunicaciones, que afectó incluso a gobernantes aliados de Washington, afirmando que éste “genera preocupación por sus potencialidades para provocar conflictos internacionales”.
“(Hay que) evitar que el ciberespacio se convierta en un teatro de operaciones militares”, agregó, en alusión al programa secreto de espionaje develado por el exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden, hace seis meses.
En otra alusión a Estados Unidos, afirmó: “Los llamados ‘centros de poder’ no se resignan a haber perdido el control de esta rica región”.
Un minuto de silencio
Castro pidió a los mandatarios guardar un minuto de silencio por Chávez, el presidente venezolano fallecido el 5 de marzo y que fue el principal impulsor de la Celac. “Lamentamos profundamente la ausencia física de uno de los grandes líderes de nuestra América”, afirmó.
Este cónclave, el secundo de la Celac, comenzó en la mañana con una sesión plenaria de 45 minutos, a la que siguió la única reunión a puertas cerradas de los presidentes en esta cita de dos días.
Como invitados especiales asisten el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, en la primera visita de un titular de la OEA a la isla en medio siglo.
Los mandatarios participaron en una segunda sesión pública en la tarde y en la noche acudieron al Palacio de la Revolución, donde se tomaron la foto oficial del encuentro y asistieron a una cena.
Hoy suscribirán una declaración de más de 80 puntos con temas que van desde la lucha contra la pobreza al desarme.
Cuba entregará a Costa Rica la presidencia rotativa de la Celac que ejerció el último año, el máximo reconocimiento diplomático de la región a la isla comunista en medio siglo.
Humala y Piñera frente a frente
La cita servirá además para que los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y de Chile, Sebastián Piñera, se encuentren cara a cara hoy por primera vez después del histórico fallo el lunes de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), favorable a Lima, en un litigio por los límites marítimos.
El presidente boliviano, Evo Morales, indicó en La Habana que espera que la CIJ se pronuncie sobre su demanda de acceso al Pacífico contra Santiago con “la misma equidad” que en el caso Perú-Chile.
“Bolivia espera que la Corte actúe con la misma equidad y justicia para resolver nuestra demanda ante Chile”, presentada en La Haya en abril de 2013, declaró Morales.
Humala y Piñera fueron los últimos mandatarios en confirmar su asistencia a la cumbre de la Celac, a la que se integrarán hoy, pues su agenda había estado copada por el juicio en La Haya.
Piñera, un empresario de derecha, llegará acompañado de la presidenta electa chilena, la socialista Michelle Bachelet, que lo sucederá en el mando el 11 de marzo, acogiendo una invitación cubana a la Celac y para dar una señal de unidad nacional tras el fallo de La Haya.
Entre domingo y lunes arribaron a la isla la mayoría de los mandatarios, entre ellos el uruguayo José Mujica, quien pretende mediar en el proceso de paz para Colombia, cuyas negociaciones se desarrollan en La Habana.
Esta es la reunión regional de mayor realce que preside Raúl Castro, quien ha dado ciertos pasos de liberalización económica tras sustituir en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, aunque ha descartado una apertura política.
En los últimos días disidentes cubanos han denunciado una ola de arrestos, entre ellos de algunos activistas que pretendían participar este martes en La Habana en un foro opositor.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que “estamos aquí para seguir construyendo la patria grande, para obtener nuestra segunda y definitiva independencia”.
La Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) nació en 2011 con el objetivo de crear una región sólida en lo económico, político, cultural y social, a través de la unión de estos países.