La negociación comercial de Latinoamérica con la Región Asia-Pacífico sería más productiva si la adelantara en bloque, en lugar de hacerlo a través de grupos de países. El eje de la geopolítica mundial desde hace más de 30 años se desplazó a esa región, a la cual Colombia apunta en la actualidad, especialmente por medio de la Alianza Pacífico.
En ese sentido el catedrático de la Universidad Externado de Colombia, Pío García, indicó que “la alternativa razonable, me parece que es la negociación no de grupos marginales sino la negociación entre bloques. Tenemos un bloque que está en rápida consolidación al otro lado, es Asean+6 (Australia, China, India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda), no es solamente China sino que está acompañado ya por un acuerdo de libre comercio con doce países más y van a ser 16. En América Latina son 32 países, somos 600 millones de personas ¿cómo no establecemos acuerdos concertados para tener unas economías de escala, desarrollar nuestro mercado interno y plantarnos a negociar de bloque a bloque con los asiáticos, con los europeos, con Estados Unidos”?
García hizo esta afirmación en el marco del debate ‘¿De qué Pacífico hablamos?’, organizado por la Universidad Nacional de Colombia, frente a lo cual añadió que en el caso de los cuatro países que le dieron vida a la Alianza del Pacífico, Colombia es el más vulnerable porque Chile y Perú desde hace tiempo renunciaron a su actividad industrial, concentraron economías de escala en minerales, harina de pescado y metales, y Colombia ahora en combustibles. En tanto que México tiene la posibilidad de vender bienes transformados a Estados Unidos.
El académico consideró que los resultados más contundentes de la Alianza del Pacífico no son tan promisorios porque los márgenes del incremento del comercio entre Colombia, México, Perú y Chile son muy precarios “debido a que el aparato industrial no está dado para una mayor interacción económica sino que se trata de economías fundamentalmente extrovertidas, es decir, que no hay complementariedad básica entre los cuatro países iniciales de la Alianza sino que ellos están dispuestos en sus aparatos productivos para complementariedad extrarregional, en el caso de Colombia, Perú y Chile con Estados Unidos y China; mientras que México con Estados Unidos”.
Las causas que originaron en los últimos años el desplazamiento del eje geopolítico y económico mundial hacia la región asiática, el cual durante más de un siglo estaba asentado en Occidente en Estados Unidos y el continente europeo, particularmente Francia e Inglaterra, tienen que ver con el ascenso de un centro económico jalonado por China, Japón y los llamados Tigres Asiáticos (Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán).
Colombia desde hace décadas ha manifestado su interés de insertarse económicamente en el gran mercado asiático, sin embargo, han sido más las palabras que los hechos. No obstante en los dos últimos gobiernos se han dado pasos importantes en este propósito, como fue durante la administración Uribe la solicitud de ingreso de Colombia a la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), en tanto que la administración Santos avanzó con la conformación de la Alianza del Pacífico, de la cual hacen parte también Chile, Perú y México.
“Nuestro acercamiento al Asia-Pacífico, nuestra apertura hacia el Pacífico, es algo que estamos realizando en este momento; nos interesa enormemente ese enfoque, ese desarrollo que estamos realizando hacia esa área del mundo, que es hoy en día el área que está moviendo la economía mundial”, dijo hace unas semanas el presidente Santos.
Si bien la Alianza Pacífico consiste en una zona de libre comercio entre estas naciones que moviliza el 50% del intercambio comercial en Latinoamérica y suma el 36% del PIB regional, entre los objetivos de este bloque está también ganar presencia en los mercados de Asia y África.
Por su parte Ricardo Mosquera, exrector de la Universidad Nacional, dijo que Colombia sigue siendo deficitaria en materia de infraestructura de cara a los acuerdos comerciales que ha suscrito. “Nosotros no tenemos vías navegables, no tenemos ferrocarril, los puertos están en mal estado”. Aseguró que hoy llevar un bien del interior del país al puerto de Buenaventura vale “el triple que ponerlo de Buenaventura en Shanghái”.
Recordó que el país invertirá $47 billones en infraestructura vial, “pero ojo se van a invertir en 10 años”.
Añadió que otra de las deficiencias que tiene el país en este momento es la baja inversión en ciencia y tecnología, pues en naciones europeas y Estados Unidos está por encima del 3%, en tanto que en Colombia es apenas del 0.14%.
China
China se abrió al mundo comercialmente y en los últimos treinta años ha logrado sostener un crecimiento promedio del 7% del Producto Interno Bruto.
América Latina no es el mercado básico para China, pues buena parte de sus exportaciones se quedan en la región asiática: Japón con el 18% y Corea del Sur con el 14%. En tanto que Estados Unidos es destino del 11%.
Los países que concentran las exportaciones chinas a Latinoamérica son Brasil, con el 46%; Chile, con el 26% y Argentina con el 9%.
En el caso de Colombia el flujo comercial con el gigante asiático se ha incrementado en los últimos años, pero es deficitario. En el periodo 2005-2006, a nuestro país ingresaron productos chinos por U$1.462 millones mientras que nuestras exportaciones a esa nación sumaron apenas U$236,6 millones. A abril del periodo 2012-2013, las importaciones de China se incrementaron a U$9.656 millones en tanto que las exportaciones a ese destino se incrementaron a $343 millones.
Lo que más compra Latinoamérica a China son mecanismos, aparatos, aplicaciones electrónicas y textiles. Mientas que el país asiático compra a la región latinoamericana minerales metálicos, acero, hierro, tabaco, materias primas básicas.