Amenazas múltiples del torbellino brasileño | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Abril de 2016

Por GiovanniE. Reyes (*)

 

NO se trata en ningún momento de menospreciar ni de otorgar gratuitamente tratamientos discriminatorios, pero hay hechos que ocurren en los países con mayor capacidad productiva en una región que pueden ser estratégicos.  Esto es, tener importantes efectos multiplicadores en el entorno de los países aledaños, en los rasgos de sus economías, en sus patrones de inversión, en la relación con los gobiernos, -más aún si las naciones pertenecen a determinados grupos de integración o de coordinación en política económica.  Estos rasgos le son propios a Brasil y a la crisis actual que allí se vive.

 

En general, todo este componente estratégico, de que alteraciones en un país de relativo gran mercado interno repercuten en otras naciones o países, es lo que ocurre en Latinoamérica cuando se trata, fundamentalmente de Brasil o México.  Ambos países llegan casi a constituir un 70 por ciento del total de producción regional.  De manera particular, un efecto de Brasil, sacude indiscutiblemente al grupo del Mercado Común del Sur, Mercosur.

 

Esto puede rápidamente agriar las expectativas que tienen muchos, en el sentido de que la salida de la Presidente Dilma Rousseff (1947 -) puede mejorar las cosas.  De hecho las empeora y lanza el problema con una perdurabilidad que se prevé más allá de los Juegos Olímpicos a realizarse en ese país sudamericano el verano próximo.

 

Véase además lo complejo de la situación: en esencia, los ataques hacia la presidencia se basan en que la mandataria habría maquillado cifras macroeconómicas y con ellas favorecer su imagen de cara a la búsqueda de su reelección.  Es cierto, hay señalamientos de problemas, incluso de corrupción en Petrobras, pero los las especulaciones se han quedado en infundios; no han avanzado más allá.

 

De tal forma que no hay un asidero concreto contra Dilma Rousseff.  En cambio, cerca del 60 por ciento de los diputados de la Cámara de Diputados que autorizó el inicio de lo que podría desembocar en la destitución de la mandataria, sí tienen abiertos expedientes por actos de corrupción.  El mismo Eduardo Cunha (1958 -) Presidente de la cámara citada, tiene procesos en contra por su supuesta participación en actos de corrupción y lavado de dinero.

 

El expediente de Cunha que tuvo su apertura el pasado 4 de marzo, menciona que el funcionario recibió no menos de 5 millones de dólares en sobornos, entre 2006 y 2012.  Se trata de un poderoso pastor evangélico que con base en las actividades del cristianismo neopentecostal –otros grupos cristianos son los católicos, los de las iglesias de la Reforma y de la Iglesia Ortodoxa- logró hacerse de una gran fortuna y  reconocimiento social.

 

Es más, en un giro adicional al rocambolesco caso de la actual crisis política de Brasil, tan sólo el 20 de abril de este año, la directiva de la Cámara de Diputados, estableció legalmente “límites” para la investigación que se adelanta contra su presidente.  Esta decisión se basó en que se debería impedir el “irrespeto al decoro parlamentario” contra Cunha, quien mintió en la investigación relacionada con malos manejos de dinero en Petrobras.

 

 

Una de las interpretaciones más generalizadas se centra en que -si bien es cierto existen problemas de corrupción- la actitud general de los diputados fue la de desviar la atención, haciendo que las luces se centren en Dilma Rousseff, antes que en las otras instancias que han sido señalados en actividades ilícitas.  Y ya se sabe, que las personas no leen demasiado, ni se informan. 

 

Lo más preciado usualmente, es el entretenimiento banal, siempre tan provisional como frívolo.  Es de esa matriz, de donde surgen los votos.  Precisamente los medios por los cuales los políticos de cualquier parte del mundo lo que tratan de hacer, es conservar o ampliar sus cuotas de poder.

 

Otro factor que afecta en todo este galimatías brasileño es el desgaste del poder que tiene el Partido de los Trabajadores.  Contando este segundo período de Rousseff, el partido oficial completaría16 años en el Poder Ejecutivo.  Este desgaste se ha manifestado en que no se tiene mayoría en el parlamento.  En el Poder Legislativo actual de Brasil, dominan los grupos más cercanos al cabildeo de grandes corporaciones, entidades armamentistas, religiones fundamentalistas, de agronegocios, de entidades de salud y medios de comunicación.

 

Se insiste: no habrá respiro de la crisis brasileña, mientras continúa hacia la baja, lo que puede ser la caída de la Presidente Rousseff.  La crisis tenderá a acrecentarse, incluso con el amortiguamiento relativo que pueden brindar los Juegos Olímpicos (XXXI Olimpiada, del 5 al 21 de agosto de este año).  Para 2016 se estima que el crecimiento económico de la economía brasileña se ubicará de nuevo, tal y como ocurrió el año pasado, en números rojos, con una caída de producto interno bruto (PIB) de -3.5 por ciento.

 

Es evidente que una contracción en la demanda de Brasil, afecta significativamente el desempeño del Mercado Común del Sur, Mercosur.  Los intercambios substanciales en este bloque, ocurren entre las economías más grandes: Brasil y Argentina. A todo esto, la deuda brasileña llega ya a 1.8 trillones, es decir, millones de millones de euros, lo que equivale al 63 por ciento del total de producción del país.

(*) Ph.D. University of Pittsburgh/Harvard. Profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.