El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró el domingo que las tropas de paz del organismo permanecerán en la ciudad de Goma, que está amenazada por rebeldes de la República Democrática del Congo supuestamente apoyados por la vecina Ruanda.
Ban sostuvo en una nota difundida por su oficina que las tropas de la ONU "se mantendrán presentes en Goma y continuarán todos los esfuerzos para implementar su mandato de llevar al máximo de sus posibilidades el objetivo de proteger a los civiles".
La ONU tiene unos 6.700 efectivos en la provincia de Kivu del Norte, respaldando a las fuerzas del gobierno contra los rebeldes del grupo M23, que en los últimos días llegaron al límite de la capital provincial Goma (este), en una región vital de la producción de minerales.
Ban también "hizo hincapié en que las acciones de obstruir o atacar a la MONUSCO (nombre de la Misión de la ONU) no serán toleradas".
Un gran número de militares y de representantes de las autoridades congoleñas huían este domingo de Goma, cuando los rebeldes se aprestaban a ingresar a la ciudad. Muchos se trasladaban a la capital de Kivu del Sur, distante a unos 80 kilómetros.
Los helicópetros de la ONU que apoyan el Ejército gubernamental lanzaron cohetes y cañonazos para detener el avance de los rebeldes del M23 hacia el aeropuerto de Goma.
El líder de la ONU condenó enérgicamente la reanudación de las hostilidades en la última semana por parte del M23 y dijo que la lucha estaba desencadenando "consecuencias humanitarias devastadoras" en la región, con al menos 60.000 personas desplazadas.
El M23 está formado principalmente de exrebeldes que, tras unirse en 2009 al ejército, se amotinaron el pasado abril. Desde entonces, combaten a las fuerzas regulares en la región oriental de Kivu.
La ONU acusa a dos países vecinos, Ruanda y Uganda, de apoyar a los rebeldes, lo que ambas capitales desmienten.