Tres grandes resultados son los aportes del Instituto Humboldt para la reestructuración de la navegabilidad del río Magdalena.
En primer lugar, el diseño de lineamientos técnicos y científicos para definir y priorizar áreas de alta vulnerabilidad a conflictos socioambientales, así como la actualización y fortalecimiento de estudios en torno a las comunidades ribereñas, los recursos hidrobiológicos y las contribuciones de la naturaleza al bienestar, por medio de monitoreo experto que permita un mejor entendimiento de las dinámicas del río y sus planicies inundables, y la respuesta ante las intervenciones del proyecto de recuperación de la navegabilidad.
La identificación de áreas prioritarias vulnerables al conflicto socio ambiental se realizará a partir de criterios relacionados con calidad del agua; estado de áreas de la ribera; diversidad asociada a macrohábitats; producción pesquera; conectividad longitudinal, lateral y altitudinal; territorialidad; valor de conservación; y conocimiento experto local.
En segundo lugar, un análisis técnico y científico de las relaciones entre las áreas priorizadas y las actividades contempladas en el proyecto de navegabilidad del río permitió la elaboración de propuestas para la prevención y manejo de conflictos sociales y ambientales ocasionados por los cambios en las dinámicas del agua, garantizando la sostenibilidad de procesos migratorios y reproductivos de peces en ciénagas, la disponibilidad de recursos pesqueros, la seguridad alimentaria, la calidad de hábitat de reptiles, anfibios, aves, plantas y mamíferos, entre otros.
Entre otras, se propone el cumplimiento de instrumentos de planificación territorial existentes y la incorporación de otras alternativas que sumen a la recuperación de la navegabilidad en el Magdalena, y que contempla soluciones basadas en la naturaleza, gestión integrada de la macrocuenca, participación activa y conjunta con las comunidades ribereñas y cuidado de las cabeceras de ríos y ciénagas.
Por parte de expertos y pescadores está la invitación a crear Zonas de Manejo Especial para que coexista la navegación, la pesca, la agricultura, la minería de material de arrastre, entre otros. Así mismo, el Humboldt y Cormagdalena proponen establecer líneas de investigación de la mano de la academia y la comunidad, de manera que puedan resolverse preguntas o hipótesis que surjan alrededor de las intervenciones proyectadas.
En tercer y último lugar, se sugiere el desarrollo de un programa de monitoreo de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que involucre comunidades, entidades y proyectos, enfocado en la medición de respuestas y cambios en las dinámicas sociales y ecológicas durante las distintas fases del proyecto de navegabilidad del río.
El Humboldt viene trabajando con Cormagdalena, a través de un convenio que busca priorizar áreas de alta vulnerabilidad a conflictos socioecológicos y actualizar estudios sociales y biológicos en la zona de influencia del proyecto de Navegabilidad del río Magdalena.
En 67.783 kilómetros cuadrados se evaluó la influencia derivada de las actividades relacionadas con la navegabilidad, con un porcentaje de incidencia en áreas hidrográficas del 33.8% en el Bajo Magdalena; (33.4%) en el Medio Magdalena; (20.4%) en el Bajo Magdalena-Cauca-San Jorge; (8.1%) en el Cesar; y en una menor proporción en Sogamoso, Nechí, Alto Magdalena, Cauca y Saldaña.
El Instituto Humboldt presentó su informe de resultados y propuestas a Cormagdalena, tras seis meses de análisis, para establecer un diagnóstico sobre las condiciones y el estado actual de la biodiversidad y el recurso pesquero en el río Magdalena, y su relación con las intervenciones previstas en el proyecto de recuperación de la navegabilidad para el tramo comprendido entre Puerto Salgar y Bocas de Ceniza, que abarca cerca de 910 kilómetros.
Un equipo interdisciplinario conformado por investigadores del Instituto trabajó en el análisis de las relaciones entre pesca y navegabilidad. A la tarea se sumaron profesionales de las fundaciones Humedales y Alma, las universidades Javeriana y de Antioquia, todas con trayectoria y conocimiento en el río Magdalena, específicamente en aspectos asociados a navegabilidad, ictiofauna, ecología y morfodinámica de ríos, pesquerías y gestión social.
Un componente protagónico durante el desarrollo de este proceso fueron los pescadores representantes de asociaciones dedicadas a la actividad, quienes participaron con sus saberes y experticia, los cuales fueron consignados en los resultados y propuestas finales.
Cabe anotar, también, el acompañamiento de navieros, académicos, investigadores de las universidades de Antioquia, del Norte de Barranquilla, y Pontificia Bolivariana; The Nature Conservancy (TNC), la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), la Asociación Nacional de Infraestructura (ANI), equipo técnico de Cormagdalena y el Ministerio de Transporte, en talleres y mesas de trabajo.
Hernando García, subdirector de Investigaciones del Instituto Humboldt, destacó que “estos insumos técnicos y científicos serán útiles y pertinentes en la discusión que se da en el país para entender cómo las obras asociadas a la navegabilidad en el río pueden afectar su funcionamiento ecológico y recurso pesquero. Para el Instituto es fundamental que el diálogo ocurra de manera informada y así puedan tomarse las disposiciones adecuadas. Es clave, además, que esta experiencia marque un precedente en torno a que el desarrollo es posible siempre basado en la información y en el conocimiento para las decisiones sobre el territorio”.
Desde 2018, y por solicitud expresa del Ministerio de Transporte, el Instituto Humboldt participa en la mesa técnica de acompañamiento a Cormagdalena para la restructuración de la Asociación Público Privada (APP) para la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, de manera que, además, temas como biodiversidad y servicios ecosistémicos sean incluidos.