Antes incluso de que llegue el verano, la sequía amenaza a parte del este y el norte de Europa, con su lote de incendios forestales, pozos secos y cosechas amenazadas, tras un año 2018 en el que las lluvias escasearon.
"Si el tiempo seco se mantiene en los próximos meses, podríamos tener la misma sequía que en 2018, incluso peor" advierte la Oficina meteorológica de Alemania (DWD), donde la situación es preocupante en la parte oriental del país, cerca de las fronteras polaca y checa.
Los bomberos combaten varios incendios forestales, de magnitud limitada aunque inusuales en semejante latitud y a estas alturas del año.
Sabana
Algunos campos de la región de Brandenburgo, en torno a Berlín, parecen sabanas, al haber sido tan escasas las precipitaciones desde principios de año. Es verdad que se anuncian algunas tormentas en los próximos días en Alemania y Europa central, pero no serán suficientes para colmar el déficit de humedad.
"Las condiciones de crecimiento de la vegetación en 2019 en varios territorios alemanes son mucho peores que en el año pasado" dijo el responsable de la oficina meteorológica nacional, Udo Bush, y ello teniendo en cuenta que la sequía ya afectó al país en 2018 y redujo el nivel de las capas freáticas.
El gobierno ya debió destinar entonces ayudas para los agricultores afectados por las pérdidas de cosechas.
En la vecina Austria, los primeros signos de sequía aparecieron en el este y el norte del país, haciendo temer daños superiores a los del año pasado.
Los productores de papas (patatas) exigen una flexibilización de las normas sobre pesticidas para poder luchar contra los topos, que son nocivos y proliferan con la sequía.
"Los indicios actuales nos hacen temer nuevos daños para la agricultura" indicó una compañía de seguros especializada en el sector, Hagelversicherung.
En algunas regiones, las precipitaciones de las últimas semanas han sido solamente de entre un cuarto y la mitad del nivel medio de los últimos diez años.
La República checa también padece lo mismo: el 99% de su territorio está afectado por la sequía. La región al noroeste de la capital Praga es la más afectada. Las cosechas se han detenido desde hace semanas y los agricultores se preocupan por la proliferación de coleópteros.
En varias localidades, los pozos están secos, obligando a las poblaciones buscar otros medios para abastecerse en agua.
Incendios en Escandinavia
Escandinavia también está, pese a sus latitudes septentrionales, afectada por incendios forestales o de vegetación.
Los bomberos locales han tenido que enfrentarse a entre 10 y 15 incendios forestales cada día durante la semana transcurrida, especialmente en el sur del país, tras un mes de abril en el que prácticamente no cayó una sola gota de agua.
EL incendio más grave, en una superficie de 300 hectáreas, obligó a evacuar a medio centenar de personas en el sur del país.
Los incendios forestales, y los de superficie, ya devastaron el año pasado en Suecia cerca de 25.000 hectáreas, tras una primavera excepcionalmente seca y el mes de julio más cálido desde al menos 250 años.
En Noruega, el incendio más amenazante, en la comuna de Sokndal (sudoeste), ya fue controlado pero unos 70 bomberos luchaban aún este jueves para controlar los rescoldos activos en una zona de 750 hectáreas, devastada esta semana por las llamas.