Cuando se trata del cuidado de la salud, sabemos que la nutrición es clave, pero ¿son verdaderos algunos dichos que existen a este respecto?
“UNA manzana al día mantiene lejos al médico. La sopa de pollo es la mejor medicina para el resfriado. Alimenta un resfriado y mata de hambre la fiebre”. Estos son algunas creencias populares que suelen aparecer entorno a la salud y a la nutrición, pero, ¿son todos ciertos?
1. Come sopa de pollo cuando tengas un resfriado: Cierto. Varios estudios han encontrado justificado este consejo. Un estudio de la Universidad de Nebraska encontró que la sopa de pollo actúa como un antiinflamatorio, reduciendo los síntomas desagradables del resfriado como congestión nasal y tos. Otro estudio realizado por investigadores del Mount Sinai Researchers encontró que la sopa de pollo logra mejores resultados disolviendo la secreción nasal, más que el agua caliente.
"Cuando estás enfermo, tu cuerpo está trabajando horas extras para combatir los gérmenes, por lo que es esencial que te mantengas bien alimentado e hidratado", afirma el Dr. Gabriel Gómez, Director Médico Regional para América Latina del negocio de nutrición de Abbott. "La sopa de pollo parece tener algunos beneficios adicionales cuando tienes un resfriado, especialmente si no tienes apetito, pero una comida bien balanceada siempre ayudará a mantener tu fuerza."
2. Consume vitamina C en exceso cuando estés enfermo: Falso. Investigadores analizaron 29 estudios de más de 11.000 personas y no encontraron evidencia de que la vitamina C prevenga el resfriado común. Sin embargo, seis estudios han demostrado que la vitamina C reduce la cantidad de resfriados en personas con estrés físico extremo, como corredores de maratón y esquiadores. Aún existen dudas sobre este mito, pero si bien la cantidad correcta de vitamina C es buena para el cuerpo, es recomendable tener cuidado con las mega dosis. La vitamina C es una vitamina y un antioxidante importante, pero no siempre es necesario más de lo que el cuerpo puede usar.
3. Alimenta un resfriado y mata de hambre a una fiebre: Falso. Esto es un mito. Obtener los nutrientes adecuados y mantenerse hidratado es importante, ya sea que exista o no resfriado, fiebre o incluso una enfermedad crónica. Es recomendable que las personas mantengan su cuerpo vigorizado y fuerte con una buena nutrición y una buena cantidad de líquido.
4. Siempre y cuando comas algo, la nutrición no importa mucho cuando te estás recuperando de una enfermedad: Falso. Obtener los nutrientes adecuados no sólo puede ayudar al paciente a mejorar más rápido, sino que también puede mejorar su salud si está en el hospital por una cirugía, recuperándose de esta o de una enfermedad.
Uno de los aliados más grandes cuando se está luchando contra una enfermedad son los músculos y necesitan estar nutridos para poder ayudarte a recuperar y mantener una buena salud. Es por eso que obtener la cantidad correcta de nutrientes, especialmente proteínas y vitamina D, es importante sobre todo a medida que se envejece o cuando se tiene una afección crónica.
De hecho, un estudio clínico demostró que una bebida nutricional ayuda a los adultos mayores desnutridos con enfermedades cardíacas y pulmonares a mejorar su estado nutricional, peso corporal y niveles de vitamina D 90 días después de salir del hospital.
5. Una manzana al día, mantiene lejos al médico: Cierto. Está comprobado que este viejo dicho tiene algo de verdad. Un estudio realizado en Gran Bretaña utilizó modelos matemáticos para demostrar que los adultos que comían una manzana al día, podían reducir su riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular; otro estudio de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, encontró que una manzana al día reducía la oxidación de los niveles de colesterol malo (LDL) en la sangre de manera importante.
6. El jugo de uva puede prevenir infecciones estomacales: Falso. Algunos estudios han encontrado que el extracto de semilla de uva, el jugo de frambuesa negra y el jugo de granada redujeron la efectividad del norovirus en las placas de Petri, pero no hay evidencia concreta que sugiera que el jugo de uva, o cualquier jugo de fruta, prevenga el virus estomacal fuera del laboratorio. ¿Cuál es la mejor manera para evitar ese desagradable malestar? Lavarse las manos a menudo con jabón y agua tibia.